El avance de una epidemia silenciosa

DEBATE Se celebra hoy el Día Mundial del Alzhéimer, esa epidemia silenciosa a la que durante mucho tiempo apenas le prestamos atención por afectar sobre todo a mayores en una situación en la que el paso del tiempo convierte las dolencias en nebulosas. Pero de golpe nos encontramos con que el mal sorprende cada vez a personas más jóvenes lo que provoca que se activen las alarmas: la invasión puede llegar en cualquier momento y pillarnos desprevenidos. Por eso no debe extrañar que en el Plan Nacional elaborado por el Ministerio de Sanidad figuren, como bien nos recuerda nuestra compañera Salomé Barba al pasar esta página, epígrafes como Prioridad de Salud pública, problema sociosanitario de primer orden, El gran reto para la sostenibilidad del sistema sociosanitario o ese descriptivo Gran epidemia silenciosa. El impacto social y económico que representan estas dolencias asociadas a la demencia es de tal magnitud que se precisan estrategias conjuntas dotadas de recursos suficientes para abordar un problema que no deja de crecer y que está desbordando los sistemas sanitarios de dependencia. Solo en Galicia hay 65.739 personas con este tipo de problemas. Lo más grave, y doloroso, es que su atención depende, casi única y exclusivamente, de sus familiares. Algo que no podemos consentir