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AL HABLA

El BdE evalúa la incompetencia financiera

    El pasado 25 de mayo el Banco de España dio a conocer su Encuesta de competencias financieras en la que se evaluaban los conocimientos de los ciudadanos en conceptos tales como inflación, interés compuesto o diversificación de riesgos. Los resultados globales muestran que tan solo aprobaron en el conocimiento de la inflación y que se observan mejores resultados cuando mayor es el nivel educativo o de renta. Obvio.

    No debe extrañarnos el suspenso, pues como decía José Luis Sampedro "en nuestro país el bachiller sale de las aulas conociendo lo que es la calcopirita, pero sin haber recibido la menor información sobre lo que es un banco. A pesar de que es casi seguro que habrá de recurrir a algún banco durante su vida, siendo poco probable que le afecte algo relacionado con la calcopirita". En realidad desde 2014 incluso se han incorporado a la ESO materias de contenido económico, pero lo cierto es que hasta esa fecha tan sólo en Italia, Portugal y España no aparecía en el currículum ninguna materia de contenido económico dentro de la enseñanza obligatoria.

    Si analizamos los resultados de Galicia, son ligeramente superiores a la media estatal en los conceptos básicos analizados, pero con una percepción mayoritariamente negativa de los conocimientos financieros propios, pues más del 50 % de los encuestados manifiestan tener conocimientos bajos o muy bajos. Por el contrario, sí reconocen haber oído hablar de hasta 10 productos financieros en una media del 90 % de las respuestas, siendo el resultado más sorprendente que solo un 77 % dicen conocer las cuentas de ahorro, frente al 81 % y el 88 % que sabrían de renta fija o fondos de inversión, pero reconocen ser titulares un 99 % de cuenta de ahorro y únicamente el 1 % de renta fija o el 7 % de fondos de inversión. Inexplicable.

    Además, el 38 % manifiesta que ahorra solo en metálico, por lo tanto fuera de los circuitos del sector financiero. Esta circunstancia bien podría ser consecuencia de la desconfianza generada por el sector tras los episodios de preferentes, deuda subordinada o ampliaciones de capital frustrantes.

    Si añadimos que la crisis financiera supuso el cierre de numerosas oficinas bancarias en ámbitos no urbanos, podríamos concluir que la ampliación de los conocimientos de economía en los currículos de la enseñanza obligatoria debiera ser una obligación para que los ciudadanos viesen disminuida la relación asimétrica que sufren al relacionarse con los bancos, minimizar los efectos de la exclusión financiera y reducir el nivel de incompetencia financiera que la encuesta del Banco de España ha acreditado.

    Economista

    05 jun 2018 / 21:54
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