Brodziansky: el último conejo de la chistera y el mejor fichaje en la ACB

El Monbus Obradoiro lo ha vuelto a hacer. El conjunto santiagués ya no es solo ese equipo "que juega distinto al resto de los rivales de la Liga Endesa", "un enemigo siempre peligroso por su competitividad" sean cuales sean las circunstancias que rodeen los partidos, sino también ese club siempre capaz de sacarse conejos de la chistera, novatos sin apenas experiencia ni nombre que acaban acaparando los focos exhibiendo potencial, calidad y clase.

En este curso 2018/19 el papel de jugador revelación no sólo dentro del plantel compostelano sino de la propia competición está ya designado: Vladimir Brodziansky. Después de 20 jornadas el pívot eslovaco de 2,10 m y 24 años promedia 23 minutos, 11 puntos, 5 rebotes, una asistencia y 13 créditos de valoración que lo sitúan en el puesto 17 del ranquin general. Ningún otro debutante firma mejores números.

Retraído, tímido, cohibido a la hora de exteriorizar sus emociones, pero con un baloncesto versátil, elegante e inteligente, el jugador se ha ganado ya el corazón del obradoirismo que, fiel a sus miedos, teme por un adiós anticipado pese a que firmó un contrato de dos años de duración.

Dentro del equipo su aportación se ha hecho indispensable dando equilibrio, solidez y poso a un juego interior condicionado por las continuas ausencias de De Zeeuw y la irregularidad de Spires y de Hlinason, siendo el tercer jugador del Obra en minutos, puntos y rebotes tras Vasileiadis y Nacho Llovet.

El 'mago' Víctor. El santiagués Víctor Pérez, el mago de los pívots en el Monbus, está sabiendo explotar y guiar a Vlado en su primera experiencia profesional (procede de la NCAA) puliéndole cual diamante en bruto cuyo techo parece imposible de predecir a día de hoy. "Es muy difícil saber el impacto que puede tener un jugador rookie en la Liga y que lo tenga inmediatamente más aún. Estamos muy contentos de que pueda ser el mejor debutante de la Liga, lo que significa que está haciendo un buen trabajo, nos está ayudando a hacer mejor al equipo y después también nos vale de mucho saber que los jugadores mejoran cuando están aquí. Es nuestra marca registrada, uno de los objetivos es que cuando los jugadores se vayan del Obra sean mejores que cuando vinieron", afirma.

El entrenador confirma que Vlado "ofensivamente es un jugador completo y lo está demostrando, pero donde tiene su margen de mejora es en el apartado defensivo". "Por ahí evolucionará su juego tanto su lateralidad, su uno contra uno exterior, su defensa del poste bajo... son cosas que él mismo irá mejorando con el conocimiento del juego a la hora de defender, cuándo hay que ayudar y cuándo no. Físicamente tiene que ganar más kilos, pero tampoco es algo que puede hacer muy rápido porque si no siempre hay un riesgo de lesión", insiste.

Estéticamente el aficionado al baloncesto no puede dejar de sentir veneración por un jugador con físico de pívot moderno y movimientos y maneras de interior clásico. Su gancho está dando muchas alegrías este curso: "Los jugadores tienen normalmente un movimiento favorito, y si en Nacho su speed move (movimiento rápido) por línea de fondo es el movimiento que lleva haciendo muchos años, en el de Vlado son las fintas y ese gancho que saca dominando ambas manos, aunque tiene más tendencia a jugar con la derecha y es capaz de jugar ese up and under que le llaman. Tiene esa habilidad y hace daño desde muy arriba".