Buenas noticias para el Ensanche compostelano

NO FUE SIN TIEMPO, PORQUE HAN pasado casi dos décadas desde que se comenzó a hablar en Compostela de la famosa operación Peleteiro. Un proyecto que tenía dos objetivos importantes para la ciudad, desde el punto de vista educativo y urbanístico. En primer lugar, el traslado del prestigioso centro a una ubicación más idónea para desarrollarse plenamente; y el otro, aprovechar la parcela que quedaba libre para desarrollar un proyecto urbanístico que sirviera para dinamizar una zona que no andaba sobrada de equipamientos. El Ensanche había sido concebido casi como una ciudad dormitorio, en este caso para los estudiantes universitarios. Si el primer objetivo se consiguió, y ahí está el Peleteiro codeándose con la élite educativa, el segundo fue encontrando escollos de todo tipo, que culminaron cuando estalló la burbuja del ladrillo y dejó el antiguo edificio abandonado a su suerte. Por fin parece que ahora todos aquellos proyectos y debates van a tener un final feliz. No solo con un nuevo diseño para la parcela que contente a vecinos y empresarios de la zona, sino también con un respaldo real para este proyecto que permite albergar serias esperanzas de que lo que se dibuje en los planos llegue a hacerse realidad. Ahora solo falta que la comisión creada en el Ayuntamiento compostelano, con la participación de las asociaciones del entorno, se impregne también de este pragmatismo y entienda que ha llegado el momento de hacer realidad una operación que es fundamental para toda la ciudad. Muy especialmente para un Ensanche que, entre la pujanza turística cada vez mayor del casco histórico y las nuevas áreas comerciales de la periferia, se ha visto un tanto marginado y es necesario que recupere el papel que siempre tuvo como centro urbano. No es tiempo de debates estériles. Es el momento de adoptar soluciones prácticas y útiles que se lleven a la práctica cuanto antes.