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{ EL DÍA DESPUÉS }

Catorce

    ES EL NÚMERO de jugadores que tiene el Barça en su plantilla, todos ellos de primer nivel, que compiten en cada entrenamiento para, en primer lugar, ganarse un puesto y poder estar en la convocatoria y en segundo lugar para arañar minutos. Como el baloncesto de Xavi Pascual siempre se ha distinguido por tener su origen en una buena defensa, ello hace que el silogismo sea muy sencillo: el que no defienda como el entrenador quiere, no juega. O juega poco, ya que todas las reglas tienen sus excepciones, que en este año y en esta plantilla son muy pocas. Ante la inminente necesidad de plantarle cara al Real Madrid, intentaron la búsqueda de jugadores muy físicos, Lawal y Jamardo son un ejemplo, que han incrementado su poderío interior. Pascual tuvo además el respeto y el tiempo necesarios para preparar el partido y colocó a Oleson como defensor de Waczynski y por aquí empezó el principal problema del Obradoiro. Con su máximo anotador y principal estilete ofensivo muy atado, le costó anotar y al bueno de Adam le entró la ansiedad de hacerlo y cometió errores a los que no nos tiene acostumbrados que el equipo acusó en su fase ofensiva, ya que defensivamente el Obra estuvo a un nivel muy alto presentándole al Barcelona muchas dificultades con una gran defensa que solo el talento y los recursos de Tomic dentro de la zona y sus asistencias a Abrines pudieron resolver.

    Este gran nivel defensivo del Obradoiro impidió al Barça jugar cómodo y en muchos momentos le costó mucho atacar con la claridad y facilidad anotadora que normalmente tienen, a pesar de que los comentaristas de Movistar+ no supieron entender que una defensa con cambios en los bloqueos tiene que asumir riesgos. Uno de ellos es que cuando a un defensor bajito le toca cambiar y tiene que defender a un jugador mucho más alto, es un riesgo que ese tipo defensa conlleva y asume, no es un error defensivo. La buena defensa es una de las señas de identidad del Obradoiro que tan buenos resultados le ha dado incluso en este partido, ya que dejar al Barça en 67 puntos y provocarle 16 pérdidas de balón en el Palau no es nada fácil y está al alcance de muy pocos. Reitero que se defendió muy bien y solo hubo dos problemas: uno, que el Barça también hizo lo mismo e incluso estuvo un pelín mejor, nos provocó 17 pérdidas; y el segundo que resultó definitivo, que el equipo no estuvo acertado en el tiro exterior. Con unos porcentajes normales desde el triple, el Barça lo hubiese pasado mal a pesar del súper equipazo que tiene y del gran trabajo defensivo al que se entregó.

    Lo mejor, sin dudas y sin olvidar la constante brega de Caloiaro, ha sido la aportación en cuanto a frescura, juego agresivo y directo que ofreció Yusta, y los 16 minutos jugados y 5 rebotes capturados de Alec Brown. Ambas son excelentes noticias, si bien Yusta ya había dado antes pruebas del acierto de su fichaje, pero dar la cara y jugar con tanto desparpajo ante el Barça no es tan fácil.

    16 nov 2015 / 21:55
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