Cinco jugadores del Compostela tienen contrato más allá del 30-J

El Compostela tiene hasta cinco futbolistas cuyo contrato seguirá vigente más allá del 30 de junio, con los que no será necesario, por tanto, ampliar la vinculación si la competición acaba sobrepasando esa fecha. Sí se haría necesaria, en cambio, una prolongación de contrato con los trece efectivos restantes, a expensas todavía de saber bajo qué fórmula.
Por el momento la intención de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) es reanudar la competición, que los equipos, más temprano o más tarde, resuelvan la liga sobre el terreno de juego. Sin embargo, con la pandemia del coronavirus reacia a abandonarnos y la próxima prolongación del estado de alarma, el 30 de junio como fecha para el desenlace de las competiciones es cada vez más difuso.
Pase lo que pase, el Compostela tiene cinco jugadores con los que no tendría que negociar pero otros 13 restantes con los que necesitaría buscar una solución. El líder de Tercera tiene garantizada la continuidad de Pato Guillén, Sergio Pereira, Álvaro Casas, Samu y Pablo Antas, que afrontarán el verano con contrato en vigor. A ellos se suma, además, Alberto Freire, que regresará tras su cesión en el Noia, conjunto al que se marchó los últimos días del mercado de fichajes, en Navidades.
El panorama es distinto, en cambio, con el resto de la plantilla, en la que se mezclan casi con total simetría futbolistas que terminan su vinculación con la entidad compostelanista con otros cuya continuidad está pendiente del ansiado ascenso a Segunda División B o de disputar un número mínimo de encuentros.
Seis son los futbolistas que finalizan contrato el próximo 30 de junio, es decir, en prácticamente tres meses. Saro, Brais Abelenda y Anxo quedarán desvinculados del club en verano, a expensas de una negociación que permita ampliar su vinculación, ya sea con el amparo de la Federación, para continuar la competición, o por cuenta propia, si la temporada concluyera antes de julio, opción menos probable. En la misma situación que los anteriores se encuentran Jimmy, Roberto Baleato y Hugo Sanmartín, que en el pasado mercado estival firmaron con el Compostela por un único año.

• La RFEF es la que debe decidir qué fórmula
  se utiliza con los contratos que finalizan en junio
• En la SD seis futbolistas terminan su vinculación
  y otros seis dependen de un ascenso a 2.ª B

Aunque hay otros seis futbolistas que también terminarían contrato, su renovación automática está pendiente de un ascenso, cláusula invalidada si no pudiera retomarse la liga o que en ningún caso habría margen suficiente para hacerla efectiva antes del 30 de junio, puesto que cada vez es más complicado que tanto el campeonato regular como el play-off de ascenso puedan decidirse con anterioridad a esa fecha. Las dos últimas incorporaciones al proyecto blanquiazul, Bicho y Primo, firmaron en su día por una temporada con opción a otra más si el equipo sube a Segunda B. También David Soto y Gabri Palmás, que arribaron en verano, utilizando la misma fórmula contemplada para los casos de Miki Villar y Josiño Filgueira.
El benjamín de la plantilla, Jorge Queiruga, termina contrato en junio, pero su continuidad automática depende de disputar un número mínimo de partidos.

Perjuicio. El deseo de todo el compostelanismo es que se reanude la competición, pues si no continúa la liga, la SD se quedaría sin ver el final de un proyecto que arrancó con el único objetivo del ascenso y que a estas alturas de campeonato lo sitúa en el primer puesto de la clasificación. Pero también sería un perjuicio a nivel individual para todos los jugadores de la categoría, pues aquellos que terminan contrato se quedarían sin opciones de mostrarse para renovar o atraer a otros clubs; y los que dependen de un ascenso, sin su plaza en Segunda B.