Comienzan a grabar las cámaras de videovigilancia que Noriega rechazaba

Las cámaras de videovigilancia ubicadas en distintos puntos del casco histórico ya están grabando. Después de un período de pruebas para la puesta en funcionamiento de un sistema que les permita realizar grabaciones, puesto que el anterior solo incluía la visualización en directo, y no registraba imágenes, muchos puntos de la zona vieja ya están bajo el foco del nuevo dispositivo. De esta forma, y pese a que el gobierno de CA no se mostró favorable, por ejemplo, a colocar cámaras de seguridad para proteger la Catedral, tras las últimas pintadas en la fachada del templo compostelano, ya se ha activado el sistema informático para que ya se puedan grabar imágenes. Ante la posición del gobierno local, contrario a reforzar la videovigilancia, la Xunta indicó que serían ellos los que extremasen el dispositivo de seguridad.

Una de las cámaras está colocada en O Toural, donde precisamente el pasado fin de semana, en plena celebración de Semana Santa, se produjo un nuevo acto vandálico, después de que al menos cinco personas arrancasen uno de los faroles situados en los soportales de la plaza.

Además, los autores del robo subieron el vídeo a las redes sociales. Durante la grabación se puede observar cómo cuatro jóvenes, mientras un quinto registra la escena, descolgaban la lámpara, que estaba encendida en ese momento, para luego llevársela. A continuación, no dudaron en subir las imágenes a Facebook. Ahora, tal y como publicó el Concello de Santiago en su cuenta de Twitter, "a Polícia Local abrirá dilixencias para identificar ás persoas que atacaron o mobiliario urbano".

Y es que con la puesta en marcha de este nuevo sistema de videovigilancia en la zona monumental, se busca controlar los delitos y el incivismo en calles y puntos conflictivos. No obstante, tras la pintada que apareció el pasado 12 de marzo en la fachada del Obradoiro, en el pleno de ese mes se debatió una moción presentada por el grupo popular para que se instalasen más cámaras en el entorno de la Catedral y otros monumentos, con el objetivo de evitar este tipo de actos vandálicos.

Todos los grupos coincidieron en la denuncia de estas acciones contra el patrimonio público, pero discreparon en lo que se refiere a la efectividad de estos dispositivos como única medida para evitar estos delitos. Finalmente, la moción fue rechazada, aunque en segunda votación. En ambas hubo empate a doce, socialistas y populares votaron a favor y, CA y nacionalistas, en contra, de forma que quien decidió fue el voto de calidad del alcalde, Martiño Noriega.