Conde Roa: "Mi imagen es muy mejorable, pero creo en la misericordia"

El candidato a la alcaldía de Santiago por el Partido Popular, Gerardo Conde Roa, se prepara para los próximos comicios locales. Es hora de afrontar muchas cuestiones de importancia.

Termina un mal año para la economía. ¿Qué técnicas va a utilizar para generar confianza?

Lo más importante es transmitir que otra forma de gobierno es posible. No es de recibo que se ejecuten hoy proyectos que llevan más de 10 años sobre la mesa. No se puede permanecer en el poder 25 años, porque se pierde la ilusión y se deja de tener voluntad e impulso. Santiago necesita otras formas de gobierno y en ese sentido dirigiremos nuestra oferta. El cambio es posible y necesario, y casi una demanda social.

Las elecciones están próximas. ¿Cuáles van a ser sus líneas maes–tras? ¿Cómo van las encuestas?

La ciudad necesita un fuerte impulso en infraestructuras, hemos perdido años preciosos de crecimiento económico. El PSOE promete las mismas infraestructuras que no fueron capaces de ejecutar. ¿Qué credibilidad pue de ofrecer el sr. Bugallo? Por otra parte, empezamos una largo período sin Años Santos y debemos consolidar lo hecho y reinventarnos. Nosotros apostamos por una ciudad del conocimiento, con sinergias, hasta ahora desaprovechadas, entre Universidad, ciudad y empresa. No sé cuál sería la primera medida, pero desde luego tendría que ver con el ámbito económico. La situación del Ayuntamiento en este aspecto es profundamente preocupante. Las encuestas van bien, pero dormirse en los laureles es una estupidez que no pienso cometer, aquí sólo se gana con trabajo y esfuerzo.

Una de sus grandes batallas es el tren a Lavacolla, pero la Xunta no parece estar por la labor.

Siempre defiendo las posturas de las que estoy convencido, algunas veces con pasión. Creo que el que un aeropuerto gallego esté conectado con el AVE es una necesidad de toda Galicia. Yo lo veo así y así lo seguiré sosteniendo, aunque me quede solo. Lo que me parece indignante es que el alcalde no sólo no lo apoye, lo cual sería comprensible dado que no ha votado a favor de ninguna propuesta del PP, sino que haga batalla en contra de una infraestructura vital. Al sr. Bugallo le basta con sus enjuagues urbanísticos; por cierto, el último de los cuales, el de la estación del tren, afortunadamente ha acabado con una victoria ciudadana, los anteriores acabaron con la anulación del convenio y del plan especial del aeropuerto y con el Aero Club fuera de Santiago. En eso nos diferenciamos.

No habrá otro Año Santo hasta 2021. ¿Cómo cree que debería potenciarse el turismo?

Afortunadamente el Camino de Santiago es una realidad muy viva. Hay que continuar con la potenciación en los foros internacionales, hacer mucha labor de "relaciones públicas", sembrar donde puede ser mas favorable. Hace falta más esfuerzo por parte de la ciudad: cada peregrino es un tesoro que debe ser mimado y cuidado, y las calles han de estar mejor rotuladas. Es inconcebible que el tramo peor cuidado del Camino es el que discurre por nuestro término municipal o que no exista un albergue, tal y como se prometió hace casi cuatro años. Es lamentable ver cómo el sr. Bugallo y sus amigos del bipartito no han hecho nada por potenciar el Año Santo. En el fondo el laicismo pesa, creo que aún no se explican cómo ha podido suceder así.

Si llega a alcalde y siguen los botellones, ¿cómo actuará?

Es una práctica perniciosa. Hay altercados con los vecinos, ingestas masivas de alcohol, accidentes. ¡cómo vamos a fomentar o permanecer pasivos! Lo malo es que los "progres" siempre reaccionan tarde y mal y al final quieren encabezar la manifestación. ¿Quién trivializó durante años el uso de las drogas?: la izquierda. Yo trataré de que eso no sea así. Ahora bien, el alcalde o la Corporación no son niñeras; los padres tienen una responsabilidad insustituible y habrá que trabajar codo a codo con ellos. Por mi parte tengo la conciencia tranquila, siempre –incluso en campaña– me he manifestado de la misma forma.

¿Ha comenzado ya a elaborar la lista para las municipales?

Es una parte de la actividad política que me resulta especialmente difícil. Creo en los equipos y en el trabajo. También en que hay que dar oportunidades a la gente para que desarrolle su vocación, y un ayuntamiento es una maravillosa área de aprendizaje.

¿Su imagen tradicional puede echar para atrás a la juventud?

No sé que imagen tengo, tradicional, contradictoria, excéntrica, distante, populista... Huyo de los asesores como del diablo. Soy como soy, cargado de contradicciones, tranquilo, aunque a veces parezca lo contrario, muy inconformista y la única imagen que me preocupa ( si es que se puede hablar así ) es la que de mí tenga Dios. Para serle sincero opino que es manifiestamente mejorable, pero creo profundamente en el perdón y en la misericordia.