Confemadera y Asefoga advierten de que sin Ence el sector sucumbe
La propia empresa pastera no contempla un escenario que suponga trasladarse
Santiago. La factoría de Ence en Lourizán (Pontevedra) y la Xunta de Galicia llevan seis años conversando sobre el traslado del complejo industrial, sobre las ventajas, los inconvenientes y sobre las posibles fórmulas que conduzcan a la industria a instalarse en otro lugar. La planta debe dejar su actual ubicación en 2018 y buscar otro asentamiento en la comarca.
La cuenta atrás ya ha comenzado. Solo restan cinco años, pero desde la factoría ven casi inviable tal solución, cuyo coste se calcula entre 700 y 800 millones de euros. El Gobierno gallego tiene claro que la decisión de que Ence se quede en la ría no corresponde a la pastelera, sino a la Xunta de Galicia, que es quien tiene la última palabra, tal como recoge la Ley de Costas.
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