Constatan un retroceso de 30 metros en la ladera de la duna de Corrubedo
La vegetación avanza sobre esta joya de la naturaleza // La Xunta también certifica que perdió metro y medio de altura, aunque los vecinos creen que esta cifra es corta // El Concello defiende que se pueda pisar, aunque sea fijando límites
Hasta el año 2006, tirarse de cabeza desde lo alto de la duna de Corrubedo (Ribeira) era una especie de ritual para todos los escolares que la visitaban en excursión. Hasta entonces, caminar sobre la joya natural de Corrubedo no sólo estaba permitido, sino que, visto lo visto, parece que le sentaba mejor que la prohibición decretada por la Xunta, bajo pena de multa de 600 a 6.000 euros.
Para muchos, fue esa prohibición lo que propició su progresivo deterioro, contribuyendo a fijar sobre ella una vegetación que en la actualidad avanza cada vez más sobre ella, frenando su movilidad y apalancándola. Otra de las medidas fue la creación de una red de caminos y pasarelas de madera con la que se estableció una ruta que permitía disfrutar del parque sin invadir los hábitats de especies protegidas.
Cuando el 5 de junio de 1992 se firmó la declaración del Parque Natural de Corrubedo, la duna medía un kilómetro de largo, 250 metros de ancho y 15 metros de alto. Un gigante con los pies de arena en continuo movimiento hacia el interior, debido a los vientos de la zona.
El año pasado, la Consellería de Medio Ambiente inició un estudio de la duna para conocer su estado de salud. Según confirmó dicho departamento autonómico a este diario, ese estudio constató que, si bien la duna "tiene una forma muy similar a la del año 2010", ha perdido desde entonces un metro y medio de altura en su cota máxima (pasando de 19,5 a 18 metros) y que "existe un retroceso de veinte o treinta metros de la falda de la ladera".
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