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EL SONIDO DEL SILENCIO

La culpa y el pasado

    En 1947 el filósofo alemán Karl Jaspers publicó un pequeño libro en el que creó un término, Schuldfrage, el problema de la culpabilidad alemana por el inicio de la Segunda Guerra Mundial y el exterminio de seis millones de judíos, uno de los cuales iba a ser su esposa. La tesis de Jaspers fue en cierto modo impuesta a los alemanes por las potencias ganadoras de la guerra, pero no compartida por la mayoría de los alemanes y apenas tuvo consecuencias legales. En Nuremberg se juzgó a unas decenas de personas, pero si se hubiese buscado únicamente a los ejecutores y cómplices del Holocausto su número pasaría del millón solo en Alemania, pues para su ejecución fue necesaria la complicidad de jueces, policías, el Ejército, la industria, las diferentes iglesias, profesores, médicos, el ferrocarril que cobraba los desplazamientos como excursiones con billetes gratis para menores de cuatro años, y la sociedad alemana en general.

    A pesar de haber perdido la guerra, ni la Alemania nazi ni el Japón imperial sufrieron ningún tipo de depuración en sus ejércitos, policías, judicaturas, industrias y cuadros sociales de todo tipo. Por eso no fue necesario arrepentirse de nada, sino solo olvidar, ocultar el pasado y pasar a defender con la misma convicción la constitución que el nazismo. En Alemania, cuyas universidades asumieron el nazismo en su cuadros docentes y alumnado, solo fueron depurados dos profesores, Karl Schmidt, un jurista y Martin Heidegger, considerado como el más importante filósofo de Alemania, que fue miembro de la SA, rector nombrado por Hitler y que nunca condenó ni el nazismo ni el Holocausto, a pesar de la insistencia de su amigo Karl Jaspers y su antigua alumna y amante judía Hannah Arendt.

    Para Heidegger A­uschwitz debe comprenderse, filosóficamente hablando, como una consecuencia de la mecanización de la agricultura y de la ruptura entre el Dasein (o sea, el hombre) y su modo natural de integrarse en la naturaleza. Los horrores de Auschwitz son bastante conocidos, pero lo que lo es menos es la actitud de muchos de los alemanes que estuvieron allí, como los SS que se pueden ver en la fotografía. Y como los historiadores debemos dejar hablar a los textos traduciré a continuación dos testimonios. El primero son notas del diario del oficial médico Johann P. Kremer, profesor de la Universidad de Múnich, que en el campo de Auschwitz fue SS- Obersturmführer.

    "31-08, 1942.- el clima es tropical, 38º, mucho polvo y miles de moscas. La comida de los oficiales es magnífica. He comido hígado de pato sazonado por 0,40 marcos, con tomates asados y salsa de tomate. Como el agua está contaminada, he bebido soda. Hoy he inoculado el tifus a algunos pacientes.

    01-09,1942.- He asistido por la tarde a fumigar Zyklon B contra los piojos.

    02-09,1942.- 3 a.m. He visto mi primera Sonderaktion (acción especial, gaseado de judíos). El Infierno de Dante es una comedia comparado con esto. Por algo a esto lo llaman un campo de exterminio.

    05-09, 1942.- Por la mañana asistí a una Sonderaktion para mujeres del campo de concentración. Heinz Tilo, médico del campo, tiene razón cuando a esto le llama el anus mundi (ano del mundo). A las 8.00 otra Sonderaktion con holandeses. A los hombres que la ejecutaron se les premió con 1/5 de litro de aguardiente, 5 cigarrillos, 100 gramos de mantequilla y pan.

    06-09, 1942.- Hoy domingo una comida excelente: sopa de tomate, medio pollo con patatas y lombarda, postre y helado de vainilla.

    09-09, 1942.- Estoy muy contento porque me dice mi abogado en Münster que he conseguido el divorcio. Después asistí al castigo corporal de ocho prisioneros y a una ejecución a tiros.

    20-09, 1942.- Domingo, un maravilloso concierto de 3 a 6, dirigido por el director de la Ópera de Varsovia (un judío) con 80 músicos. De comida cerdo asado y por la tarde, tenca empanada.

    23-09. 1942.- Hoy sexta y séptima Sonderaktion. La comida, un banquete, había lucio a la plancha a discreción, el café magnífico, cerveza sin tasa y sándwiches.

    03-10, 1942.- Hoy he extraído en vivo (sin anestesia) tejidos de hígado, bazo y páncreas, y he conservado piojos en alcohol.

    09-10, 1942.- He enviado a casa un paquete con nueve libras de jabón por valor de 200 marcos.

    10-10, 1942.- He extraído otra vez tejidos de hígado, bazo y páncreas.

    11-10, 1942.- Domingo, liebre para comer, un gran zanco, con pudding y lombarda.

    Así era la rutina de un profesor de medicina en Auschwitz. No parece ver nada ilegal en su acción diaria, y considera, como otros muchos médicos, que todo vale en su supuesta investigación médica, en la que se podían solicitar los órganos y personas que se necesitasen, ya fuesen hombres, mujeres o niños, objeto privilegiado de la investigación eugenésica del Dr. J. Mengele.

    Se creó toda una cadena industrial que funcionaba sin problemas, como vamos a ver en estos extractos de correspondencia comercial entre la fábrica Bayer, entonces IG. Farben, y el campo:

    "Con vistas a la realización de los experimentos planificados para ensayar un somnífero agradecemos se sirva remitirnos el número de prisioneros que a continuación solicitamos (...). Aceptamos su oferta, pero consideramos muy caro el precio de 200 marcos por mujer. Le proponemos pagar 170 (...). Si Uds. están de acuerdo remítanlas (...). Necesitamos 150 mujeres, por favor confirmen el pedido y envíennos las que tengan mejor salud (....). Hemos recibido el pedido, que nos ha servido, a pesar de la mala salud de los sujetos (...). Les mantendremos informados del desarrollo de los experimentos (...). Experimentos realizados, todas las mujeres han muerto (...). Nos pondremos en contacto con Uds. para realizar un nuevo pedido.

    El nuevo transporte de 150 mujeres llegó en buenas condiciones, pero no hemos podido lograr los resultados deseados porque se han muerto durante los experimentos. Rogamos remitan otro grupo con el mismo número y por el mismo precio".

    Los profesores alemanes siguieron siendo profesores después del fin de la guerra, los jueces y los policías también. Las grandes firmas comerciales, BMW, Volkswagen, BASF, Hoescht, Bayer..., que tuvieron esclavos a su servicio siguieron en activo, muchas veces con sus mismos directivos, lo mismo que los bancos. Los cuadros de Ejército federal y de la RDA se formaron con los restos de los del Ejército nazi. Los ingenieros que no fueron llevados a la URSS u otros países hicieron posible la reindustrialización alemana.

    La ideología racista y nacionalista nazi pasó a ser una larva dormida, que solo espera mejores momentos para volver a despertar, como el ultraderechismo francés, belga, holandés, húngaro, griego y de tantos países más. No se dice que ninguno de esos países sea hoy una anomalía democrática, pero sí se dice de España, por parte de jueces belgas, alemanes o ingleses. Da la impresión de que el pasado ha quedado inmaculado en la Europa de la posguerra, mientras que el de España no.

    Alemania y Japón perdieron la más grande guerra de la historia, ganada gracias a los 20 millones de muertos de la URSS, entre otras cosas. La URSS ganó la guerra pero perdió su pasado y borró las culpas de los millones de muertos del estalinismo. ¿Qué pasó en España? Pues que Franco ganó la Guerra Civil y no tuvo piedad ni decencia en su victoria. Él y su régimen murieron por extinción natural hace 43 años, cuando Pedro Sánchez tenía tres años y a mis alumnos del 4.º curso de Historia les faltaban 22 años para nacer. Dicen hoy que el franquismo está renaciendo, aunque en la historia nada se repite tal cual. Lo dicen muchos que ni lo vivieron, ni lo sufrieron, ni conocen a nadie que lo haya sufrido, pero que están dispuestos a ponerse las vendas de las heridas de los demás, por desfachatez y por ignorancia y para lograr beneficios personales y políticos. Ellos, que se creen limpios, dicen que las generaciones de sus padres y abuelos aún son culpables, los únicos culpables que quedan en Europa. ¡Ojalá algún día su estupidez no vaya en su propio perjuicio, cuando tengan que conocer el sufrimiento de verdad!

    * El autor es catedrático de Historia Antigua de la Universidade de Santiago (USC)

    19 ene 2019 / 22:31
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