Denuncian la falta de control del narcotráfico en la costa de Galicia

El hallazgo y la incautación de siete embarcaciones de tipo planeadoras desde junio de 2007, algunas de ellas cargadas de cocaína, no es algo casual, "sino la demostración de que los narcotraficantes continúan prefiriendo Galicia para el desembarco de droga, en contra de las tesis del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), que decide dotar de más medios materiales y humanos a otras zonas de España dejando desprotegidas las costas de Galicia", denunciaba ayer en un comunicado la Confederación Intersindical Galega (CIG).

Según el sindicato nacionalista, en estos momentos las bases del SVA en Ribadeo y Muros cuentan con embarcaciones muy antiguas, mientras que la de Marín trabaja al cincuenta por ciento de sus posibilidades, la de Vilagarcía cuenta con una lancha ya agotada y sometida a doble esfuerzo por la falta de repuesto. Asimismo, desde la central sindical aseguran que las horas de patrullas son escasas e incluso hay días que ni se llevan a cabo labores de vigilancia debido a la falta de personal y con el fin de ahorrar en horas extra y combustible.

Ante esta situación, la CIG no se extraña de que se hayan dado casos como el de la semana pasada, cuando fueron rescatados dos náufragos que viajaban en una planeadora frente a cabo Touriñán y supuestamente utilizada para el desembarco de los alijos de cocaína.

Desde junio de 2007, la costa gallega ha vuelto a ser tomada por las bandas de narcotraficantes, según la CIG, ya que en poco más de año y medio han sido incautadas cinco de estas planeadoras, algunas de ellas cargadas todavía con estupefacientes.

En ese mes de 2007 fue hallada cerca del puerto de Freixo, en Muros, una lanzadera con cinco potentes motores de 300 ­caballos cada uno; en noviembre de ese mismo año, otra embarcación fue abandonada en cabo Udra, en Bueu, con 96 fardos de coca, y una de similares características quedó varada cerca de Porto Meloxo, en O Grove.

Ya en febrero del año 2008 apareció hundida frente a las ­costas de Baiona y otra lanzadera fue quemada en la playa de ­Espiñeiro de A Illa de Arousa, mientras que el pasado mes de agosto varaba en A Lanzada una de las más potentes tras tirar la cocaína al mar. La séptima fue la hallada la ­pasada semana en cabo Touriñán.

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