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De Dioses y Hombres

    EL 8 de diciembre serán beatificados los mártires de Argelia, entre los que se encuentran dos monjas agustinas españolas asesinadas por el fundamentalismo musulmán, un obispo francés de Oran asesinado con un coche bomba cuando iba a un homenaje a los monjes trapenses de la comunidad trapense de Tibhirine en las montañas del Atlas de Argelia, ahora también beatificados.

    La impresionante película De dioses y de hombres nos cuenta como la comunidad de monjes va analizando, en un proceso de discernimiento, si debían continuar allí en medio de una aldea pérdida, orando, cerca de los paisanos musulmanes, con el riesgo y amenaza de morir asesinados por la guerrilla fundamentalista o ponerse a salvo. Eligieron lo primero en un ejercicio de amor a los demás a costa de su vida.

    Con cierta frecuencia aparecen noticias sobre personas que dan su vida calladamente por los demás. Hace unas semanas era declarado santo el obispo Romero, asesinado porque lo que predicaba no era tolerado por los intereses económicos en El Salvador, la misma razón por la que fueron asesinado el jesuita Ignacio Ellacuria conjuntamente, con otros padres jesuitas, profesores de la universidad, y anteriormente lo fue el también jesuita padre Rutilio Grande. Con motivo de la propagación del virus del ébola por varios países de Africa se visualizó el trabajo callado de los religiosos de San Juan de Dios, sin importarles poner a riesgo su vida, como sucedió en el caso del religioso Miguel Pajares.

    Figuras como Martín L­uther King o Nelson Mandela impresionan porque arriesgan su vida por luchar por la igualdad entre humanos, sean del color del que sean. Al primero lo asesinaron, el segundo paso décadas en la cárcel.

    El mes pasado era asesinado en Sudán del Sur el jesuita keniata Victor Luke Odhiambo, director de un centro de enseñanza.

    La lista de personas que dan la vida por los demás es muy larga siendo los mártires contemporáneos. Su vida es admirable y nos hace preguntar si están hechos de la misma materia que el resto de los mortales. Son ellos mismos o las circunstancias lo que les movió a ese comportamiento al mismo tiempo tan natural y tan fuera de lo común. ¿Qué es lo que tenían dentro en su interior? ¿De donde les viene ese empuje que les permite tener ese comportamiento? Quizás sería bueno poner como ejemplo a la juventud a estas personas mejor que a los artistas o futbolistas, que usualmente son los reverenciados y adorados.

    Profesor emérito de la USC

    06 dic 2018 / 21:13
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