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{ EL DÍA DESPUÉS }

Doble alegría

    UNA GRAN VICTORIA ante un equipo de los teóricamente de arriba, al que se dominó desde el salto inicial, con una defensa muy estudiada y muy preparada que maniató el ataque del CAI y no le permitió hacer su juego interior, con continuos dos contra uno cada vez que Norel o Jelovac recibían en el poste bajo, acompañado de muy buenas rotaciones defensivas y llegando siempre a la línea de pase en las segundas ayudas. En el perímetro, muy buena defensa en el uno contra uno y con los cambios defensivos en los bloqueos, los tiradores del CAI, que los tiene y muy buenos, quedaron totalmente colapsados. Fue una superioridad total del Obradoiro... ojo, ante un equipo que tiene una gran plantilla. Se les superó en ataque, se les superó en defensa y, tácticamente, también llevaron un buen repaso. No quiero ser optimista, ya que solo van tres partidos, pero si nos centramos en el partido de Vitoria, ante el Laboral Kutxa renovado a golpe de talonario, el Obradoiro fue superior en una gran parte del encuentro ofreciendo una imagen de seguridad y solvencia en su juego, y, en estos momentos ha quedado demostrado que los vitorianos son uno de los tres mejores equipos de la Liga y están a un gran nivel en la Euroliga.

    Con todo lo que nos dieron Corbacho, Pumprla y Rafa Luz e incluso Kleber, sus actuales sustitutos lo están haciendo tan bien que no nos hemos acordado de ellos, independientemente de que el recuerdo y el cariño por su buen hacer en el equipo sigan intactos para todos los aficionados. Acertar en la incorporación de siete jugadores nuevos es como hacerlo en dos quinielas o primitivas seguidas, y ahora mismo podemos asegurar que se ha conseguido. Dos victorias y la buena imagen que ofrece el equipo a estas alturas son un bagaje excepcional para lo poco que llevamos de temporada. La ventaja es que en este Obradoiro, el halago en lugar de producir euforia y complacencia produce más motivación y trabajo. En el club y en todos sus estamentos se sigue teniendo muy claro que el objetivo es salvarse y los pies siguen pegaditos al parqué. Pero en este momento toca disfrutar, que ya el calendario y los altibajos que todos los equipos tienen en la temporada nos pondrán en nuestro sitio.

    La segunda alegría ha sido que Moncho Fernández le ha dado la alternativa a otro jugador de la ciudad, José San Martín, debut que fue muy festejado por el público de Sar, que después de tropecientos años ya tenía ganas. Creo que el último en hacerlo en la élite fue Ricardo Aldrey en 1982 con 17 años... y ante el CAI Zaragoza en Sar, casualmente.

    26 oct 2015 / 23:05
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