Empresarios piden a la ministra gallega medidas para Alcoa, As Pontes, "brexit" y naval en crisis
Nadia Calviño y Gonzalo Caballero se rodean en un acto del PSdeG de los líderes patronales en la comunidad // Acuden a la cita por los sindicatos Comisiones y UGT, aunque no la CIG
A la cita de ayer con la titular de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, estaban llamados los agentes sociales, patronales y sindicatos. Acto de partido, en campaña sin estarlo, buscaban plantearle a esta coruñesa de nacimiento, única gallega en el gabinete del socialista Pedro Sánchez, que mire por su tierra, inmersa en una crisis industrial: por Alcoa en Cervo, por la térmica de Endesa en As Pontes, por la pesca ante el brexit... o el naval vigués, tocado, pero esperemos no hundido.
Acompañada por el líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, no acudió a la cita la CIG, sí los secretarios xerais de CCOO y UGT. Entre los representantes del empresariado hubo quorum o casi. De la CEG acudieron de todas sus taifas provinciales, clústeres como el de Turismo estaban presentes, y la Asociación Gallega de la Empresa Familiar; los clubes y círculos financieros de A Coruña, Santiago y Vigo; los jóvenes emprendedores de AJE; Asime por el metal y naval olívico; Executivas de Galicia; el Foro Económico y profesionales del Consello Galego de Colexios de Economistas.
Antes de sentarse en el compostelano Hotel Monumento San Francisco y de trasladar a los representantes del empresariado y los sindicatos sus prioridades en medio de la desaceleración económica y del empleo, Calviño atendió a los medios. Respondió a consultas sobre el impacto de los aranceles unilaterales impuestos por EE.UU. a productos agroganaderos, pesqueros y de la conserva, gallegos incluidos, calificándolos de injustos. Están en contacto continuo con la Comisión Europea, que es quien debe negociar para evitar su imposición o responder si se aplican.
Sobre el brexit, y pese al éxito negociador entre UE y Reino Unido, queda la incógnita de si finalmente será aprobado por el Parlamento británico. Sin embargo es optimista. "Ojalá en breve eliminemos ese factor de incertidumbre".
La crisis industrial fue tema principal ayer, y la titular de Economía apuntó que "desde el primer día nuestro Gobierno trabajó para tratar de resolver las crisis de las industrias en Asturias, León y también en Galicia". Como caso de éxito citó a las dos plantas reconvertidas en Alu Ibérica A Coruña y Avilés tras la venta a un fondo por Alcoa. Cierto es que en las dos instalaciones fabriles sus trabajadores siguen estando preocupados por su futuro.
Sí dejó caer la ministra que tanto en el caso de la multinacional del aluminio estadounidense como en el de Endesa las empresas sabían que la transición energética estaba ahí, y encarecería el coste de los derechos de emisión de CO2 y de la electricidad... "podían haber tomado medidas", dijo, pero no lo hicieron.
Ahora promete que "todos juntos" tratarán de buscar soluciones". Cita las pruebas para el uso de combustibles alternativos en Endesa, aunque no avanzó nada sobre el Estatuto de Consumidores Electrointensivos que precisan para rebajar sus facturas de luz la propia Alcoa San Cibrao, la nueva Alu Ibérica herculina o Ferroatlántica.
Sin embargo, toca formar Gobierno tras el 10-N para activar estas y tantas medidas imprenscindibles. La primera, que Sánchez quiere tener listo el primer trimestre, sería si gana y reconquista La Moncloa los Presupuestos Generales del Estado para 2020.
Gonzalo Caballero, por su parte, introdujo a la ministra ensalzando las políticas económicas activas e inclusivas del Ejecutivo interino, que contrastó con la "inacción" de la Xunta de Feijóo, quien lleva una década, once años si se cuentan los Orzamentos 2020, "sin políticas de impulso aos sectores industriais".