"Cuando éramos niños era una zona prohibida"

Modesto Gómez vivió durante su niñez muy cerca de lo que entonces era el cementerio de Bonaval. Cuenta que, para él, la construcción del nuevo parque supuso un cambio muy positivo y un ejemplo de cómo deben evolucionar las ciudades. Así, destaca las diferencias entre lo que supone ese mismo lugar para dos generaciones diferentes. “Tengo muchos recuerdos del cementerio. Cuando éramos niños era una zona prohibida. Para nosotros era una aventura entrar y caminar entre los nichos y los huesos. Sin embargo, ahora que tengo una hija de cuatro años, me doy cuenta de que, para los niños de su época, el parque es un lugar agradable, en el que pasear y jugar en el césped”, asegura.