"Es un patrimonio de todos"
La noticia de una entrada previo pago ha generado un gran debate en la ciudad // "A favor de la gratuidad puede alegarse que se restauró con fondos públicos y privados", señala el profesor Caramés // Una lectora: "Perjudicará a los santiagueses"
La noticia de una entrada con coste para poder contemplar el Pórtico de la Gloria ha generado ayer numerosas opiniones al respecto de una decisión que, sin duda, da lugar al debate. "Tengo entendido que en la Catedral de Santiago no se han aplicado precios a los visitantes por ser catedral de peregrinación, mientras que en otras su uso se ha ido generalizando. Lo que se plantea aquí es un asunto muy concreto, el cual es el de la visita al Pórtico de la Gloria, recién restaurado. En principio, si lo anterior fuese así, el Pórtico forma parte del conjunto y no es un museo. Además, puede alegarse, a favor de la gratuidad, que se han aplicado fondos públicos a la restauración del recinto catedralicio, pero también privados", sostuvo en conversaciones con EL CORREO el profesor Luis Caramés, catedrático de Economía Aplicada de la Universidade de Santiago, a la vez que añade "a todo ello habría que agregar que una cosa es restaurar y otra mantener. Tanto una cosa como la otra resultan costosísimas".
En este contexto, el profesor Caramés sostiene que "el debate, pues, parece pertinente y no es exclusivo de este caso, dándose en muchos países respecto al patrimonio. En Londres los museos son gratuitos en general, pero entrar en la abadía de Westminster sale por casi 30 euros. No se trata tampoco de acudir a las celebraciones de culto, sino de visitar una obra artística", explica, a la vez que añade que, "a mi juicio, un precio por visitar el Pórtico debe tener una finalidad fundamentalmente regulatoria y, de forma secundaria, financiera. En todo caso, una cantidad modesta". Asimismo, remarca que "si queremos conservar el patrimonio tendremos que afrontar su coste, y no le corresponde sólo a la Iglesia, en este caso, porque el beneficio es general".
Además del análisis del profesor Caramés, numerosas voces se hicieron ayer eco en la ciudad y en espacios digitales acerca de la decisión adoptada por la Fundación Catedral en cuanto al cobro por la visita al Pórtico, cuya entrada podría rondar los 12 euros.
"Tengo que confesar que soy de Santiago y he tenido la suerte de ver la magnífica recuperación del Pórtico de la Gloria; pero muchos compostelanos lo dejaron para el otoño, para evitar las colas. Es injusto que precisamente los de Santiago tengamos que pagar por ver algo que en cierto modo es nuestro", señalaba una lectora de la edición digital de EL CORREO.
Otro lector apuntaba que "Santiago es un centro de peregrinación, por lo que debería de estar exento de cualquier tipo de pase por taquilla", a la vez que recordaba que la restauración de la Catedral "se paga con dinero de todos".
El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, indicó ayer, en el acto de presentación de la nueva fase de visitas al Pórtico de la Gloria, que en los próximos meses comenzará en la Catedral compostelana "una de las intervenciones más importantes" del proceso de restauración de la Basílica, la que afecta a su interior y cubiertas. Está previsto que tenga una duración de año y medio. Una vez que esté licitada esta intervención, indicó el conselleiro de Cultura, estarán en ejecución o licitadas el 70 % de las actuaciones incluidas en el convenio de restauración de la Catedral. Las obras estarán para 2021.
11,7 millones
Rodríguez destacó que "con las obras que está previsto licitar en el tercer trimestre de este año, estarán contratadas actuaciones por más de 11.700.000 euros, lo que comportará un 70 % de ejecución prevista". En concreto, en el tercer trimestre de 2018 está previsto licitar la restauración de los paramentos verticales de la girola y de los paramentos interiores y bóvedas de la nave central, transepto, naves laterales y triforio; la actuación en las cubiertas del templo, que incluyen la nave principal y el crucero; la restauración de la fachada sur y oriental del claustro, de la torre del tesoro y de las cubiertas de dicha ala oriental del claustro; y, finalmente, la restauración de las cubiertas del ala norte del espacio claustral.