La Escuela de A. Gold
En una segunda sesión, la Escuela Berenguela nos invita a otro de sus conciertos-13 h.- continuación de la precedente en la tendremos de nuevo a algunos de los aspirantes a jóvenes talentos formados en la docencia de Alexander Gold. Dos nuevos pondrán un peldaño a mayores, Hiwot Vilariño quien por razones de fuerza mayor se ausentó la semana pasada, pero que volverá ofreciendo esta vez un programa en parte distinto: el J.S.Bach del Concierto en fa m. en su primer movimiento, convenientemente adaptado para esa lectura a solo de lo que en sí es una composición barroca para el clave, de las que solemos disfrutar en las magnánimas de los G.Leonhardt o T.Koopman pero que el tiempo nos habituó a las lecturas pianistas desde perspectivas distintas. Chopin por su Impromptu nº 1 en la b M. Op.29, de los cuatro que nos quedan del polaco-francés, obra que tendría su edición en 1837 en París y Viena. Esa idea de improvisación queda en la encarnadura de su raíz y su desarrollo. En su realidad definitiva, son piezas llenas de sensibilidad poética. Margarita Sarralde-Díaz tantea con la Sonata en Si b M. Hob XVI nº 2 en Si b M., de sus años juveniles, composiciones que se apoyaron en la tradición vienesa dentro de la influencia de G.Christoph Wagenseil. Quedan resueltas por su nitidez melódica y la cualidad del acompañamiento. Octubre es el título del ciclo Las Estaciones Op 37 compuesto por Tchaikovski por encargo de la revista Le Nouvelliste. Esta pieza, es como anuncia el canto de otoño dentro de una melodía amargamente melancólica. J.Turina, quien confiará al piano lo más expresivo de su creación, se escuchará por Sacromonte, perteneciente a sus Danzas gitanas Op. 55, punto de continuación de las Danzas fantásticas.
Antón Figueroa abre con la Sonatina nº 3 de M.Clementi, género de piezas pensadas en principio para el clave. R.Schumann aporta Schitterbliedchen incluida dentro del Album de juventud Op 68 además del Rondo de D.Kabalevsky, ambas de clara intención didáctica para quien se va enfrentando al mundo del piano. También Miguel Iglesias vuelve con las dos obras que le escuchamos: el Haydn de su Sonata en La M. Hob XVI: 5 y el vistoso Vals-Capricho de A.Khachaturian. Sara Pinaque conseguirá sobreponerse al J.S. Bach del Preludio y fuga en Fa M BWV 880 del segundo libro de El clave bien temperado, para que podamos disfrutarla en el Beethoven del op 2 en su primera sonata- movimiento inicial-y el Chopin en su Estudio Op. 10 nº 5 en Sol b M. que Liszt comparaba con una magnifica improvisación. Quedarán como conclusión tres de las Piezas españolas de M.de Falla-Aragonesa, Cubana y Andaluza-, que por sí mismas contribuyen a recrear un ambiente de inspiración popular refrendado por la firma del ilustre gaditano.