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vaya panorama

La esencia de la vida en una sociedad que vive de apariencias

La mayoría tiene el espíritu podrido y piensa que el dinero y la belleza lo solucionan casi todo

    Vivimos en una sociedad en la que todo es ficticio: que si joyas, que si vestir bien, que si yo pago y dejo claro que soy un hombre o mujer afortunado por tener mucho dinero... Y todo esto es una auténtica mierda, con perdón de la expresión. La gente no se para a indagar cuáles son sus necesidades fundamentales para vivir y se va corriendo detrás de una apariencia hasta que al final es víctima de su propio autoengaño.

    Muchas veces la sociedad frenética en la que vivimos nos lleva a correr, y corremos tanto que no nos damos cuenta de que nos estamos olvidando de nosotros mismos, de lo que realmente sentimos y necesitamos, de que no merece la pena vivir atosigado. Pero el problema es que no a todos nos afecta igual. Hay gente que es más fuerte y aguanta más tiempo, pero hay otra más sensible y muy empática que se da cuenta de que el mundo en el que vivimos no es real y no logra adaptarse a esta vida loca.

    Tener valores

    Pienso que quien abandona la vida tiene que sentir algo muy especial dentro de sí, y tiene que sentirse muy frustrada porque no logra que los demás vean que el mundo en el que vivimos es una apariencia.

    Porque no hay mejor cosa que ser uno mismo, tener valores, ser una persona buena y honesta y no tener que mostrarte como alguien que no eres.

    Son muchas las personas que hoy en día piensan que tener mucho dinero, ser muy guap@.. es lo que le va a solucionar la vida, y esto en realidad nos arruina a veces porque, al final, todo este materialismo nos deja vacíos.

    Tenemos muchas cosas materiales pero perdimos el espíritu, nuestra esencia y nuestra fuerza de voluntad para luchar y, lo que es peor, nos quedamos sin riqueza interior y ya no tenemos nada que ofrecer.

    Este mundo mierda en el que vivimos tiene mucho egoísmo y poca gente queda ya que sepa apreciar la esencia de la vida, y los que saben se dejan arrastrar por una gran mayoría que tiene el espíritu inundado de apariencias pero como no vive en la realidad lo lleva mejor.

    La gente que sí logra sentir la realidad siente intensamente y padece. Siente tan intensamente lo bueno como lo malo y cuando conecta con la esencia pura de la vida es muy feli, pero cuando esta esencia se ve aplastada por el mundo mierda en que vivimos puede caerse a veces tan bajo como para llegar a renunciar a la propia vida. Y no nos damos cuenta de que cada vez que el mundo pierde una persona de esta sensibilidad, éste se vuelve aún más engañoso, más aparente y más ambicioso y se va quedando vacío.

    Un mundo mejor

    Y aquí os queda el mensaje: una persona puede sentirse muy querida por su familia, puede tener mucho cariño, pero esto no implica que personalmente haya conectado con la esencia de la vida que tanto necesitaba.

    Hagamos un mundo mejor, porque la vida son dos días, pero son para vivirlos felices, y la felicidad está en esas pequeñas cosas básicas a las que solo recurrimos cuando de verdad sabemos alimentar nuestro corazón y el de los demás. Y el de todos los demás, no solo el de nuestros seres queridos.

    Para todos los seres que poseen la capacidad de la empatía y que, aunque a veces sufren, luchan por seguir produciendo amor. Y para los que renunciaron a la vida porque realmente la sintieron les deseo que allá donde estén encuentren el amor por el que toda su vida han luchado y que realmente se merecen, porque no hay nada más duro que sentir la realidad de la vida y no poder cambiarla.

    10 mar 2007 / 00:43
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