Se esfuma la ventaja de Sainz y Alonso se ubica entre los diez mejores
Una rotura de neumático reduce hasta los 24 segundos la renta del líder con Al Attiyah // Peterhansel gana y también se acerca
Solo 24 segundos salvaron ayer a Carlos Sainz (Mini) de perder el liderato del Dakar a falta de tres etapas para llegar a la meta final, mientras que Fernando Alonso (Toyota) continuó con su remontada y logró meterse entre los diez primeros de la clasificación general.
Sainz vivió su peor día en este Dakar. Había tenido un rali prácticamente impoluto sin percances serios ni raros hasta ayer, cuando una rueda nueva pero aparentemente defectuosa se despedazó sin mayor razón tras 100 kilómetros de uso.
Por culpa de ese neumático hecho trizas, sumado a un pequeño despiste al inicio de la etapa, Sainz perdió prácticamente toda la renta que tenía ganada respecto al catarí Nasser Al Attiyah (Toyota), que dos días antes era de diez minutos y ahora se ve reducida a la mínima expresión, solo 24 segundos.
La etapa, disputada entre Wadi Al Dawasir y Haradh, en el sur de Arabia Saudí, se la adjudicó el francés Stéphane Peterhansel (Mini), que empató a Sainz a tres en etapas ganadas en este Dakar y se metió de lleno en la lucha por la victoria del rali, a solo 6 minutos y 38 segundos del español cuando 48 horas antes estaba a casi 20.
"Ha sido una pena. No ha salido el día como esperábamos, podíamos haber recuperado algo de tiempo y ha sido justo al contrario", lamentó Sainz al bajarse del coche. "Es lo que hay, el Dakar es así y mañana habrá que seguir empujando", dijo resignado el piloto, al que la diferencia de 24 segundos sobre Al Attiyah le parece "anecdótica".
SIN MECÁNICOS. Para hacerlo más emocionante, los tres pilotos continuarán hoy su pelea en la etapa maratón, donde ningún competidor dispondrá de sus mecánicos y cualquier avería en los vehículos deberá ser reparada por la propia tripulación.
El recorrido de esta etapa será muy exigente para la mecánica, pues tendrá 534 kilómetros cronometrados por el Cuarto Vacío de Arabia Saudí, una extensión de 650.000 kilómetros cuadrados de desierto prácticamente deshabitada.
Al llegar a la meta los competidores deberán pasar la noche acampados sobre la arena del desierto, muy cerca de la frontera con los Emiratos Árabes Unidos, y dormirán allí para luego reanudar la marcha de nuevo a Haradh.
Para esta jornada Sainz, que busca su tercer triunfo en el Dakar tras sus victorias de 2010 y 2018, partirá en la quinta posición y su misión será alcanzar a Al Attiyah y a Peterhansel para volver a estirar su ventaja lo máximo posible.
EN ASCENSO. Mejor ambiente se respiraba en el garaje de Fernando Alonso, porque el campeón de Fórmula 1 pasó con muy buena nota su primera etapa del Dakar en la que debía abrir pista y se metió entre los diez primeros del rali.
El del asturiano fue el coche más avanzado de la caravana y le tocó encontrar el camino, una tarea que hace ir a un ritmo más lento, pero el Toyota Hilux de Alonso acabó en una posición aceptable, noveno de la etapa y a 13 minutos de Peterhansel. "Creo que merecíamos estar en el top 10. Estoy contento de estar ahí y ojalá que no lo perdamos en los próximos tres días", dijo Alonso.
TRIBUTO A GONÇALVES. Las motos reanudaron la competición después de la etapa cancelada este lunes en señal del luto por el mortal accidente que sufrió el día anterior el portugués Paulo Gonçalves, a quien el chileno Pablo Quintanilla, ganador de la novena etapa, dedicó el triunfo.
Sin embargo, Quintanilla, segundo en la general, apenas pudo recortar al estadounidense Ricky Brabec (Honda), que mantiene una cómoda ventaja para ganar su primer Dakar y romper una racha de dieciocho años seguidos de victorias de KTM.
En quads el chileno Ignacio Casale ganó la etapa y roza su tercer título.