La estación del AVE eliminará el edificio barroco que estrenó Franco

El actual edificio de la estación de ferrocarril de Santiago tiene los días contados. La construcción de la nueva central del AVE en Galicia obligará a demolerlo para levantar en su lugar un recinto de mayores dimensiones.

La ubicación del inmueble, en el centro de la parcela que ocupará el nuevo recinto, impide que pueda ser reutilizado o integrado dentro del complejo. "Estuvimos viendo varias posibilidades para ver si se podía conservar la construcción, pero la verdad es que quedaba muchísimo peor", señala el alcalde compostelano, Sánchez Bugallo.

Hay que tener en cuenta que aparte de la estación de ferrocarril, en la zona también se ubicará una de autobuses de amplia capacidad, por lo que se trata de un recinto de dimensiones considerables en el que no es factible dejar en el medio una estación inspirada en el estilo barroco. Además, el actual inmueble tiene sólo sesenta años de antigüedad y fue inaugurado por Franco en la década de 1950, ya que la estación original de Santiago es la que ahora se está remodelando en Cornes para convertirla en la Casa das Asociacións.

Tampoco será de utilidad para el AVE la marquesina metálica gigante que cubre los andenes, si bien en este caso la instalación parece que sí podrá ser conservada, aunque en otra ubicación distinta que todavía no está totalmente decidida.

Los convoyes del AVE tienen una longitud próxima a los cuatrocientos metros, por lo que será necesario dotar a la estación de una nueva cubierta, que será más baja y mucho más larga, con el fin de que los viajeros puedan bajarse del vagón y llegar a su destino resguardados.

De esta forma, el alcalde explicó que ya desde que se inició el proyecto ADIF les había indicado que esta estructura metálica no servía, y que no había inconveniente en desmontarla y cedérsela al Ayuntamiento para que le diera otro uso en una ubicación diferente.

La nueva estación central del AVE en Galicia tendrá, pues, una fisonomía completamente diferente, y un tamaño considerablemente mayor para dar cabida al previsible incremento de viajeros que proporcionará la Alta Velocidad unido a los viajeros habituales que utilizan el recinto compostelano.

Protestas e informe Icomos

La anunciada desaparición del actual edificio ha provocado el malestar en algunos sectores ciudadanos, que lamentan la demolición de un edificio que, sin ser histórico en sentido estricto, sí ha entrado a formar parte de la imagen de la ciudad.

No se trata de un diseño original, ya que la mayoría de las estaciones de Galicia se confeccionaron siguiendo un patrón muy parecido. También hay que tener en cuenta que la parte interior ha sufrido sucesivas remodelaciones y modificaciones, pero aún así, la construcción tiene un empaque especial.

Incluso el famoso informe de Icomos, en el que con la excusa del teleférico se aprovechaba para darle un repaso a toda la ciudad, también se hacía alusión a la necesidad de conservar este inmueble o, por lo menos parte de él, y se invitaba a evitar por todos los medios que la nueva estación tuviera un diseño demasiado impersonal.

En cualquier caso, lo que sí está previsto respetar es la altura, que no superará las dos plantas, con el fin de que no cubra la visión ni de la Cidade da Cultura, ni de las brañas de Sar desde O Hórreo, donde se proyecta la construcción de un gran bulevar con mirador sobre la zona.

. cdeano@elcorreogallego.es