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{RESEÑA MUSICAL}

Eugenia Osterberger: A compositora galega da Belle Èpoque

    La editorial Ouvirmos pone a nuestra disposición el trabajo firmado por Beatriz López Suevos, Susana de Lorenzo- ambas además intérpretes del cd que se incorpora con una selección representativa de su quehacer- y Rosario Martínez Martínez, dedicado a la figura de la compositora Eugenia Osterberger. El registro se realizó en el Auditorio de Galicia por Pablo Barreiro, contando con los medios técnicos de la Radio Galega. Dos apartados fundamentales: el biográfico y el dedicado al conjunto de su obra. Una precisión a modo de preámbulo: Su obra vocal coruñesa y la pieza pianística “Le Rouet de Grand´Maman (Fileuse)”, conforman el grupo de piezas del disco. Una edición nueva realizada por las intérpretes en la que, respetando la literalidad de las partituras, se introducen correcciones de posibles errores, eliminándose reiteraciones innecesarias y adaptando todo lo que la lógica interna y la musicalidad exigían. Eugenia Osterberger Luard, Mme Saunier (1852-1932), tuvo una trayectoria muy a tono con las señoritas de posibles en su época. Nace en Santiago como hija del alsaciano Jorge Osterberger y la coruñesa Emilia Luard Álvarez, siendo bautizada en Sta Mª da Corticela en la propia Catedral. Será su educación a la par tanto gallega como francesa y su tío Justo Luard, velará por su futuro pianístico en la adquisición de un piano, interviniendo los consejos de Mariano Tafall. La formación francesa, la llevará a Juilly (Seine-et-Maine) y volverá a su tierra en 1874. Siempre mantendrá una correspondencia con Canuto Berea, tanto para solicitarle ayuda en cuanto a la disponibilidad de un piano, como para darle cuenta de su dolencia y melancolías.
    Se casará con François Saunier Goubart, viudo entonces, en 1879, integrándose en la activa vida social coruñesa, entre otras familias francófonas: tertulias de postín, asistencia a las funciones en el Teatro Principal de sesiones operistas de una compañía italiana itinerante o los paseos por los Jardines de Méndez Núñez, amenizados por las Bandas de Infantería. En medio, la reivindicación de la cultura con la Pardo Bazán en la Sociedade do Folklore Galego y el círculo de intelectuales que hicieron posible la Real Academia Galega. Será anfitriona del semanario “Revista Galega” entre asiduos de la librería Carré, aprovechando el acto de despedida de su compañera Sofia Casanova, consorte de Wincentry Lutoslawski-abuelo del conocido compositor-, entre canciones y poemas. Será en su salón en donde se organicen veladas solidarias dirigidas por maestros que tenía relación con la “Institución Libre de Enseñanza”- Giner y la familia Cossío- y otras dedicadas a formar un “Padroado das Colonias Escolares”, cuya Presidenta de Honor es Doña Emilia Pardo Bazán siendo secretaria ella misma. Buenos Aires sabrá de su personalidad por “Región Galaica” por sus “Cantigas y melodías gallegas” en 1907. En esta somera miscelánea, tenemos espacio para conocerla en algunas de sus actividades como concertista y compositora, antes de su traslado a Niza en su etapa final.
    La obra, en concreto, se analiza comenzando por el piano solo: Grandes formas de piezas de bravura-fugas, sonatas o temas con variaciones -y las Piezas de consumo doméstico- nocturnos, impromptum baladas, bagatelas, romanza, scherzi, berceuses, petit morceaux…Ejemplos detalladamente expuestos por la “Première Polonaise Op. 68”; la “Pavana Louis XIII Op. 93”, al modo de las de Ravel o Fauré; los “Tres valses: Lucia, Les Hirodelles e Insinuante”, típicas piezas de salón. La “Danza morisca”, con su portada modernista de una dama en atrezzo de época en actitud danzante. “Le Rouet de Grand´maman (Fileuse) Op 148”, un enlace posible con “Gretchen am Spinnrade” de Schubert o el “Lied ohne Worte” deMendelssohn. “Meditation (Nocturne)”, entre la cantinela de ópera italiana o el estro de Liszt, Cramer o Schumann. “Scherzo”, una atención para su hijo Georges. “Recuerdo ou dolce rimembrance( Mélodie de F.Pillado”, arreglada por orquesta por E.Saunier, depositado en la “Real Ac. Galega de Belas Artes da Nosa Sr do Rosario”. “Mélodie Espagnole (Sentimentale)”, para chelo y piano, única pieza camerística.
    Para la voz, composiciones italianizantes: “M´ami, dicesti Op. 158” y “Ove Sei?”, la primera en el claro estilo de arias de ópera del XIX, la segunda, por su vinculación con Paolo Tosti, sobre texto de Giosué Carducci, del Secondo Libro “Rime Nouve” de quien fuera Premio Nobel de 1906. Sus melodías galegas, siguen la estela de las de “Chané”, Baldomir, Montes Capón o Lens Viera. Curiosamente, Canuto Berea no editó ninguna de sus canciones. Citaremos “Falas de Nai”, dedicada a la Sta Dora Castillo. “Ausencia.Melodía gallega”, toma un poema de Carlos Vaamonde Lores. “¡Adiós a Galicia!”, la morriña por la distancia de la tierra. Filomena Dato Muruais, atrae su atención en “Neve”. Del Cancionero Popular Gallego” de Pérez Ballesteros, de 1886, ella escogerá unas cuantas en orden diferente con aportación propia por “Tristeiras”, “Burlescos”, “Consejos””Desaires”, “Despedidas” o ”Desprecios”.
    Una composición bilingüe por “T´amo” recurriendo a J.Zorrilla, calificada como romance para canto y piano por cuanto predomina la estructura narrativa con interludios pianísticos extensos entre las distintas secciones. Para Niza aguardan sus colaboraciones con Thédore Akimenko, alumno de Balakirev y de Rimsky-Korsakov, primer profesor de Stravinsky. A ella le dedicará ·Chant printanier” en 1930. También Gabriel Bonincontro, músico del Casino de la Jetée-Promenade y del que recibirá: “Holé! Zagala”,”Le plus brillant paso doble” y el arreglo para quinteto de cuerdas y piano y orquesta de “Mignardises”, obra que compusiera ella para el clave. “Les roses de Saadi”, para canto y piano, se inspira en un poema de Marceline Desbordes-Valmore, actriz y cantante de ópera. “La Solitude”-canto y piano-, el espíritu de la mèlodie francesa, desde Gounod a Debussy o Duparc. “Amour est mort!”, de nuevo con lazos familiares por André Rastier, casado con Rosina Saunier, su hija menor. “Simpe histoire”, a medias entre la mèlodie y el romance, por el talante narrativo. “Zingha-Bandi, danse hindoue pour piano”, en sus secciones claras y contrastantes. “Mignardises”, curiosa colección de piezas para clave, recuperación por la labor de las firmas Pleyel, Érard o Tomasini, o la figura de Wanda Landowska. “Danse Jacquelinette!”, breve y de pocas dificultades. Eugenia-Eugènie, nos dejó en Niza en su domicilio de Cros-de-Capeu nº 6, un 8 de febrero de 1932. Nos queda su obra y su imagen propia de una dama de la Belle-Époque. Gracias a Beatriz, a Susana y a Rosario por esta aproximación a su figura.

    29 mar 2017 / 18:07
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