Fonseca acogerá una exposición fotográfica sobre cielos nocturnos

El Pazo de Fonseca acogerá desde el 9 al 26 de septiembre una exposición fotográfica que lleva por nombre La Vía Láctea, guía de Peregrinos a Compostela.
La muestra selecciona aproximadamente cuarenta fotografías que forman parte del libro Galicia, un lugar mágico para contemplar las estrellas, publicado por Lúdica.
Realizadas por Daniel Llamas y Daniel Lois, las imágenes del texto se encuentran impresas en láminas de aluminio dibond de gran formato y su finalidad es mostrar la aparición de la Galaxia en diferentes lugares de la comunidad.
La exposición estará comisariada en su organización por Alfonso Freire, editor del libro, y por la escritora y catedrática de Matemáticas, María Víctoria Veguín Casas, y se integrará en los actos promocionales del Año Santo a través del programa O Teu Xacobeo. En esta línea, cabe destacar que será itinerante por Galicia.
Esta será una propuesta pionera debido a su reflexión sobre la importancia que tuvo la Vía Láctea como guía de los peregrinos a la Catedral al ver estes una mancha blanquicina que acabó por convertirse en característica, tal y como se recoge en el libro V del Códice Calixtino.
Partiendo de esta base, María Victoria Veguín habla acerca de los mitos y las leyendas creadas sobre este fenómeno, indicando que a pesar de que cada cultura tenía su propia interpretación del paisaje celeste, todas las historias fueron poco a poco sustituidas en Occidente por la asociación de las estrellas con el Camino de Santiago.
Así, la experta plantea diferentes preguntas, como desde cuando existe esta relación o si se asocia a otros peregrinajes en la actualidad.
Actualmente, esta peculiaridad se perdió debido a distintas razones, como que las rutas pasaron a realizarse de día y no de noche. Además, también influye la contaminación lumínica.
Por otro lado, Freire considera que esta es una oportunidad única de ver un concepto global sobre la importancia que este patrimonio inmaterial universal tiene a lo largo de los siglos, comprendiendo la importancia que tuvo el grupo de 400 mil millones de estrellas para la región.
La propuesta fotográfica de Llamas y Lois nos invita, además, a reflexionar sobre la necesidad de no perpetuar la contaminación lumínica en la comunidad.
Para ello, indicanq ue es necesario desarrollar acciones y actividades que ayuden a fomentar el amor por el patrimonio celeste, visibilizando la observación de este paisaje y convirtiendo el Camino en un verdadero sendero de estrellas.