El fracasado regadío de Franco en Lemos

El canal de regadío del Valle de Lemos es una de esas infraestructuras que, hace más de medio siglo, se anunció como la gran solución al problema de las tierras de secano del sur lucense. Se vendió como la revolución del agro en las tierras de Lemos. Iba a posibilitar el riego de cerca de 5.000 hectáreas de terreno cultivable y la creación de industrias de transformación que contribuirían al desarrollo económico y social de la comarca.
Todas esas cuentas de la lechera, al final, se quedaron en muy poco, por no decir en nada. La ingente obra hidráulica del regadío del Valle de Lemos, que supuso la construcción de presas y 200 kilómetros de canales y acequias para la conducción del agua en los concellos de Bóveda, Brollón, Monforte, Sober y Pantón, supuso una inversión de 6 millones de euros (mil millones de pesetas de los años 60 del pasado siglo).
Fue en los tiempos de Franco cuando se llevó adelante esta costosa dotación, que había sido impulsada por la Federación Católica Agraria de Monforte, allá por el año 1920. En 1958 arrancaron las obras del canal de la margen izquierda y dos años después, el mismo Generalísimo acudía a Monforte, ferviente y engalanado de banderas, a interesarse por la marcha de las obras. En 1970 se remataron los trabajos del gran proyecto hidráulico del Valle de Lemos, que acabó en un absoluto fracaso, por una larga serie de incompetencias a todos los niveles.

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