Francisco Narla: “Sólo Galicia tiene este culto a la muerte: la vive con naturalidad”

Entre las aventuras de Jack london, el terror de Stephen King y los misterios del campo gallego, pasó Francisco Narla su infancia. Aquellos primeros libros determinaron sus dos pasiones: el vuelo y la escritura. Fruto de aquella curiosidad insaciable nace la última revelación de las letras gallegas: Los lobos del centeno. Una apuesta por convertir en best seller la mágica penumbra celta, la negra sombra.

_ ¿La personalidad gallega no se entiende sin el ‘lobishome’ o la Santa Compaña? ¿Tanto se enraíza el misterio en nuestra cultura?

_ Sólo Galicia tiene este culto a la muerte, únicamente superado por Egipto. Aquí la vivimos con naturalidad. Hay procesiones de ataúdes, donde se encierran personas para celebrar la vida. Tenemos una peculiar orografía de incomunicación. Junto a otros estudiosos del misterio, preparo el proyecto Lendaria: para propagar esa tradición oral con simposios itinerantes. De pequeño, le preguntaba a mi abuela por esas leyendas y respondía que eran cosas de viejas. Pero debemos cuidar una cultura más rica que en otras partes del mundo. Los egipcios y los judíos tenían sus rituales de protección, con papeles sagrados. Y en Galicia están los talexos, cubiertos de corteza de abedul y clavados en las puertas contra el mal de ojo. Cuando llegó la Iglesia, se extendieron escritos contra el mal decir con rituales romanos. Se sustituyeron cultos paganos por similares cristianos, pero todos nos llegaron medio escondidos en un sincretismo de culturas. San Andrés de Teixido tiene ritos celtas. Lendaria quiere rescatar y exportar esos mitos, incluso relacionarlos con el turismo.

_ ¿Por qué nos gusta tanto lo que nos da miedo?

_ En España, tenemos un gran gusto por lo extraño, con tradiciones muy antiguas, desde los toros a la tomatina, o el resentimiento con los franceses tras la Guerra de la Independencia. Y siempre con un importante culto a los muertos, al pasado. Esa semilla de interés por lo oculto se demuestra en el éxito de programas de radio y televisión. Mi segunda novela también entrará en las psicofonías, siempre en busca de explicación.

_ ¿Qué le atemorizaba de niño?

_ Como todos los gallegos, me sentía atraído por nuestros misterios, la Santa Compaña, los hombres lobo. La cultura de la muerte no me dejaba tranquilo, con las ánimas o el respeto a los cementerios. Los lobos del centeno se basa en esa tradición oral gallega. Recorrí las aldeas y me hablaron del diablo, de la Santa Compaña, el millo negro, los lobishomes. Y junté todos los misterios en el pueblo que protagoniza mi novela, con animales que nacen mal, cosechas que se estropean, conjuros que me recetaron las meigas. En una novela muy costumbrista, con nuestros paisajes y olores, de estilo decimonónico.

_ ¿Cuáles fueron sus primeras lecturas? ¿También de terror?

_ Desde pequeño, me gustó mucho Stephen King. Y ahora me encanta. También Poe con El gato negro, que me marcó a los 13 años. Lovecraft, Jack London, los clásicos de aventuras. En mi casa había muchos libros y nació mi amor por la lectura. Los libros han sido mis mejores amigos durante una gran época de mi vida. En el asiento trasero de mi coche llevaba la obra completa del profeta Gibrán. Los libros me ayudaron en momentos difíciles, como Cienfuegos de Figueroa. Ahora leo de todo. Y releo para saborear mejor los libros que de pequeño no entendía, como La Ilíada o La Regenta.

_ ¿Elegiría entre los libros de terror y los de vuelo? ¿Entre ‘El piloto nocturno’ de Stephen King y los pilotos de Saint-Exupéry?

_ ¡El piloto nocturno! El cuento de Stephen King donde el aviador va dejando una extraña reguera de muertos, a bordo de su Cessna Skymaster. Y si soy piloto es gracias a Saint-Exupéry, El Principito y Vuelo nocturno. Me apasionan, me marcaron muchísimo. Por él soñé con ser piloto.

_ ¿Mejor vivir antes de escribir?

_ Personalmente, creo que es necesario. En mi segunda novela sale Bangkok, Manhattan, París. No podría escribir sobre ellas si no las conociese.

_ ¿Por qué lo marcó tanto el desierto de Mojave?

_ En una época muy dura, me preparé allí como piloto. Me impresionó mucho, eché mucho de menos Galicia y me impulsó a escribir mi novela. Volando de noche solo en Mojave me sentí por primera vez piloto.

_ ¿Y por qué en su nueva novela nos dará miedo volar?

_ Dos historias: un piloto de línea aérea que deja muertos a sus espaldas y un investigador de misterios celtas. Si las enlazas, te dará miedo volar.

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