Ya ha dejado de ser un tema tabú
En mi carrera he tenido momentos en que necesitaba que me ayudaran
A sus 36 años, David Navarro suma más de 225 partidos en la Liga Endesa, en total más de 17 años en competiciones de alto nivel, y son infinitas las experiencias vividas. Entre ellas lógicamente también los casos de compañeros que lo han pasado mal. No nos damos cuenta a veces de lo que nos pasa ni le damos importancia, sobre todo cuando estás bien, cuando estás contento, pero es ahí creo cuando realmente asumes hasta qué punto has estado muy mal antes. Yo he tenido una coach, he tenido momentos en mi carrera en que necesitaba a alguien que me ayudara un poco aunque creo que va también según el carácter de cada uno. Yo soy una persona de hablar mucho, de reflexionar mucho, y seguramente a mí me ayudará más que a otras personas que no creen en esto, afirma el escolta del Monbus Obradoiro. Ayuda en esos momentos en los que por algún motivo estás más bajo de confianza, no te atreves a hacer tanto las cosas y es encontrar, buscar ese punto que te vuelva a conectar. Hay personas que tienen las guías y te pueden ayudar. Creo que es algo personal, pero no estaría mal contar con este servicio, añade el catalán al que le parece muy bien la visibilidad que se está dando a temas como la depresión para sentirse más acompañado o entendido.
No somos solo técnicos y jugadores, sino personas
Moncho Fernández ha trabajado con infinidad de jugadores de diferente rango, cultura y edad y por eso asume que el baloncesto no deja de ser un reflejo de la sociedad. Durante mucho tiempo hablar de depresión era un tema tabú, pero gracias a Dios los tiempos han cambiado y se puede hablar de estas cosas ya sin reparos. A veces pensamos que porque son guapos, jóvenes y tienen dinero ya lo tienen todo hecho pero la depresión no conoce ni de edades ni de capacidades económicas. También es cierto que en nuestra sociedad hemos vivido unos tiempos dificilísimos en los que ha habido personas que lo han pasado muy mal y han tenido que sacar adelante familias y ésto que ha pasado en la sociedad también pasa en el deporte, reflexiona. He tenido algún caso en mis equipos pero no de tal gravedad que les impidiera jugar o entrenar, sino situaciones puntuales que hemos sabido resolver o nosotros o con la ayuda de especialistas. No son supermanes, son personas con un habilidad especial para jugar a un deporte pero por lo demás sufren, padecen y sienten o aman como el resto, incluido el entrenador. Aquí el cuerpo técnico ha perdido padres, madres... y en estos grupos que la gente te arrope, te ayude al no estar cerca de los tuyos te ayuda a superarlo. No somos solo técnicos y jugadores, sino personas.
Yo he ido al sicólogo cuando tenía 24 años, me tildaron de loca
Amaya Valdemoro, la mejor jugadora del baloncesto español de todos los tiempos, comentarista ahora de la cadena Movistar y última protagonista del proyecto El camino acaba en Obradoiro habla con vehemencia sobre la necesidad de contar con un profesional de la salud mental en los equipos. Quien lo critica es por un tema de desconocimiento puro y duro. Yo he ido al sicólogo cuando tenía 24 años, me tildaron de loca, en el club se enfadaron, pero me dio igual. Le di la razán a muchas cosas que han estado pasando en el deporte, subraya la exjugadora de baloncesto. Ahora el sicólogo está en boca de todos porque los deportistas estamos en unas condiciones completamente diferentes a nivel de estrés, de presión, con circunstancias como que nos vamos de casa a una temprana edad, yo me ido con 14 y no volví. He estado dedicada a meter una pelota en una cesta toda mi vida y el cambio cuando lo dejas es impresionante y tienes que estar preparada porque son momentos muy complicados. Mi retirada fue muy dura, muy dura, y quien no lo entienda es porque no ha vivido el deporte como yo, reitera a sus 43 años la madrileña, ganadora de tres anillos de la WNBA.
Hubo un antes y después en mi carrera desde que trabajé con él
Álvaro Muñoz, de 29 años y 106 partidos en la ACB es un currante del básquet que ha saboreado glorias y decepciones. También abandera la importancia de estos profesionales. Cada vez están saliendo más jugadores de cara, sin los complejos que había antes, y a mí por ejemplo en Oviedo me ayudó muchisimo. Hubo un antes y después en mi carrera desde que empecé a trabajar con él. Mucha gente se queda con que venimos aquí, entrenamos tres mañanas y jugamos con la pelotita un poco y ya está, pero al final la presión que te pongas tú o que te ponga tu entorno, porque también los hay chavales con 19 o 20 años que están en el Barça o Madrid cuya familia depende de él, añade una tensión que mentalmente es muy difícil de llevar, afirma. Yo cuando fui cedido de Fuenlabrada a Oviedo pensaba que tenía que meter 20 todos los días y era muy bueno porque venía de ACB y claro, no me salieron las cosas y me encontré con una realidad que es difícil de llevar. Creo que el sicólogo deportivo cada vez tendrá más trabajo y deberá estar más involucrado porque si no estás bien de cabeza no estás bien de nada. Es un tema del que se habla cada vez más por suerte porque las enfermedadades mentales se dan a todos los niveles y en el mundo del baloncesto lógicamente también, reitera el jugador del Obradoiro.