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"Hemos logrado el objetivo pero el final es agridulce, queríamos aspirar a más"

Nacho Llovet ejemplifica la sensación del vestuario del Obra, feliz por la salvación pese a las dificultades en el último tramo

    Satisfacción por el qué, por el octavo título de la permanencia consecutivo del Monbus Obradoiro; sensación agridulce por el cómo, con nueve derrotas seguidas y doce en las trece jornadas finales. Es el análisis de un vestuario contento, pero autocrítico. Lo verbaliza el vicecapitán, Nacho Llovet: "El objetivo es la permanencia y lo hemos conseguido aunque el final es un poco agridulce. Durante muchos meses hicimos muy buen baloncesto y quizá nos fallaron un poco las pilas, también algún partido con mala suerte, y este final de temporada no ha sido todo lo bueno que querríamos, habríamos preferido aspirar a algo más", reconoció el catalán ayer, contento además de que su lesión en la primera parte fuese "un susto".

    Kostas Vasileiadis, otro de los capitanes, expresó su deseo de no repetir errores. "Tenemos la salvación, eso lo primero. Lo hemos conseguido, hemos hecho un trabajo muy bueno durante todo el año, con muchas lesiones que no nos han permitido entrenar todos juntos, pero al final podemos jugar el año que viene en ACB y hacerlo mejor, seguro", manifestó el alero griego, quien reconoció que ha habido y habrá autocrítica en el vestuario obradoirista: "Claro, siempre, y lo hemos hecho después de cada partido, todos juntos, con nuestros entrenadores, viendo el vídeo y las cosas que no hemos hecho bien. Pero bueno, ahora en verano podemos hacerlo más tranquilos", respondió.

    Pese a que la permanencia podía decidirse en San Sebastián o en Badalona, todo el plantel del Obradoiro estuvo centrado al 100 % en el duelo contra el Barça, y solo cuando la grada de Sar estalló de júbilo a apenas dos minutos del final los jugadores percibieron que el objetivo estaba conseguido. Nick Spires también fue especialmente claro a la hora de valorarlo. "Hemos cumplido el reto más importante, y quiero decir que estoy muy orgulloso de todo el equipo, de todo el club y de la afición, por cómo hemos afrontado estas últimas semanas y toda la temporada. Hemos luchado hasta el último minuto en cada partido, dimos el cien por cien y estoy orgulloso de esta temporada y de representar a un club como este", argumentó el pívot sueco.

    Albert Sàbat coincide: "Muy orgulloso de conseguir este título para nosotros. Se había complicado en los últimos partidos pero al principio jugamos muy bien, ganando en canchas difíciles. La primera vuelta fue muy buena y eso nos ha hecho llegar al final y salvarnos", afirmó el base.

    PUSTOVYI, UNO MÁS EN EL VESTUARIO

    •••Artem Pustovyi, pívot del Obradoiro entre 2015 y 2018 y ahora del Barça, no perdió la oportunidad de regresar por unos segundos al vestuario local de Sar. Antes de subirse al autobús culé, y mientras sus excompañeros se cambiaban, el ucraniano cruzó la puerta, exultante, y bromeó sobre el final de su amistad con Nick Spires por el tapón que le colocó el sueco durante el partido. "Sigue siendo de la familia, este tío es el más grande", declaró después el propio Spires.

    UN VERANO CON MUCHAS INCÓGNITAS EN EL VESTUARIO SANTIAGUÉS

    Albert Sàbat, más fuera que dentro

    • Suena a adiós. Albert Sàbat concluye contrato en junio y sus declaraciones sonaron a despedida. "No sé qué va a pasar. He estado muy bien estos dos años aquí y veremos qué pasa en verano. El Obradoiro es una familia y me han tratado maravillosamente", dijo el catalán, reacio incluso a afirmar que su primera opción es renovar.

    Kostas, pendiente de una reunión

    • Uno más uno. Kostas Vasileadis firmó el pasado verano un contrato de dos años que realmente es un 1+1, por eso apunta que está pendiente de una reunión con José Luis Mateo y Moncho Fernández. "Hay una opción del club y tengo que hablarlo para ver qué pasa, pero estoy tranquilo", señaló ayer. ¿Su deseo es seguir? "Claro, sí", contestó.

    Spires, encantado, pero sin dar pistas

    • Fin de contrato. Llegó en noviembre de 2017 como quinto pívot y ha acabado este curso siendo importante, coincidiendo con el fin de su contrato. "Me encanta jugar ante esta afición porque cuando doy energía te la devuelven y es una conexión muy bonita. Por eso me encanta este club y estar aquí", dijo sin querer dar más pistas.

    Llovet: el Mundial, casi imposible

    • Realista. Ha sido un habitual en las 'ventanas FIBA' con España, aunque asume que es casi imposible ser convocado para el Mundial de septiembre por la presencia de los jugadores de NBA y Euroliga. Llovet, con contrato en el Obra hasta 2020, admite que es "muy complicado" aunque "ir solamente a entrenar ya sería un lujazo".

    26 may 2019 / 22:31
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