El hijo de Tito Margaride repitió ayer el triunfo de su padre en 1981

Apasionante y emotiva resultó la carrera de los niños. Emocionante poR la lucha hasta la misma entrada de la plaza del Obradoi- ro entre Miguel Gónzalez, que corría por vez primera en Compostela, y Tariku Novales, que había subido a lo más alto del podio en su categoría en las últimas tres ediciones. Y emotiva porque finalmente la victoria se decantó del lado del lucense ante la atenta mirada de su padre, Tito González Margaride, que había ganado esta carrera en la categoría escolar en el año 1981 y en la categoría absoluta en 1991 meses antes de que se viera obligado a dejar la competición al verse afectado por un ictus cuando preparaba los Juegos Olímpicos de Barcelona.

El trombo le dejó una hemiplejia en la parte derecha del cuerpo. Su sueño de disputar unos Juegos Olímpicos, y más en su país, se truncó. Tres años después volvió al atletismo, pero compitiendo como atleta discapacitado. Su tesón le llevó a conquistar un bronce en 1.500 metros en los Juegos Paralímpicos de Sídney. Ahora sueña con que su hijo Miguel, de 16 años, pueda cumplir lo que la mala suerte le ha negado a él. Ayer se sintió feliz de ver ganar a su descendiente en el corazón de Santiago. ''Es un orgullo verlo ganar donde yo lo hice hace muchos años -33 como escolar y 23 como adulto-'', dijo Tito Margaride tras el gran triunfo de su vástago.

Su hijo, nada más pisar la línea de meta, le dedicó la victoria a sus padres y a su entrenador Mariano Castiñeira. No cabe duda, 'de tal palo tal astilla'. Pero el éxito cuesta sufrimiento y sudor, algo de lo que no estuvo exento Miguel González Carballada (Lucus Caixa Rural Galega) para estrenar su palmarés en la carrera de EL CORREO a los 16 años -su padre lo hizo con tan sólo 14-.

La prueba de ayer fue tremendamente competida. El vencedor afrontó la cita con el hándicap de desconocer el circuito y la dificultad de destronar al vencedor de los últimos tres años, Tariku Novales Quinteiro (Club Atletismo Noia), quien afrontó la carrera con la firme idea de subir a lo más alto del podio por cuarta vez consecutiva en su último año en edad escolar. Finalmente, el lucense aventajó en un segundo al atleta de color, y en 14 al tercer clasificado Adrián Ben Montenegro, de Viveiro.

El hijo del gran fondista de A Pontenova también confirmó en Santiago su gran potencial. Tito Margaride destacó, entre las cualidades de su heredero, su ''humildad'' y la ''cabeza muy bien amueblada''. ''Tiene condiciones que yo carecía de ellas, aunque también es cierto que hay que retocar algunos defectos, algún vicio'', comentó el que fue uno de los mejores atletas gallegos de la historia hasta que la mala suerte se cruzó en su camino.

En el apartado de las chicas, la joven atleta de Tui Uxía Pérez Bugarín fue la primera escolar en pisar la meta del Obradoiro por segunda edición consecutiva. La segunda fue Marta Prieto Señarís, y en tercer lugar lo hizo la compostelana Alejandra Núñez Amado, del Club Universitario de Santiago.