Inmunoterapia efectiva para el cáncer de mama más letal en estadios avanzados
Por primera vez un estudio ha demostrado su eficacia en este tipo de tumores, aumentando en diez meses la supervivencia
La inmunoterapia ha revolucionado el tratamiento de ciertos tumores, principalmente de pulmón y melanoma, pero por primera vez un estudio ha demostrado su eficacia en el cáncer de mama más agresivo (el triple negativo), en fases avanzadas de la enfermedad, aumentando la supervivencia en diez meses.
Se trata del estudio IMpassion130, un ensayo clínico fase III, cuyos resultados han sido presentados en el Congreso de San Antonio (Texas), el más importante a nivel mundial en cáncer de mama y en el que ha participado el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam).
La doctora Ana Lluch, miembro del Comité Científico de Geicam, presentó las conclusiones de dicho estudio, que supone "un rayo de esperanza" para las pacientes con cáncer de mama triple negativo.
Este tipo de cáncer, que en España padecen entre el 12 y el 15 % de las pacientes con cáncer de mama, representa un grupo muy heterogéneo y falto de progresos comparables en los últimos años a los otros dos grandes grupos de tumores: el HER 2 positivo y los luminales (hormonales). El estudio demostró que añadir inmunoterapia como tratamiento inicial a la quimioterapia se traducía en un incremento significativo de la supervivencia frente a la quimioterapia sola, al pasar de 15 a 25 meses en pacientes con cáncer de mama avanzado.
Ahora intentarán llevar la inmunoterapia a la enfermedad inicial (los casos no avanzados) para ver cómo evoluciona y hay abierto además un ensayo clínico que todavía no ha arrojado ningún resultado.
Pero Lluch destacó que, por primera vez, "somos capaces de confirmar que la terapia inmune es eficaz en el cáncer de mama triple negativo que exprese un repector PD-L1", y que representa entre el 40 y el 45 % de casos triple negativo.
La directora general de Geicam, Eva Carrasco, presentó los datos de una de las investigaciones lideradas por este grupo y que sugiere "un impacto favorable" en el subgrupo de pacientes con tumores triple negativos no basales del uso de la quimioterapia oral (Capecitabina) tras el tratamiento estándar.
Además de los avances en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo, Lluch incidió en las aportaciones de dos trabajos que han puesto de manifiesto que las pacientes con uno o dos ganglios afectados pueden controlarse con radioterapia sin someterse a una linfadenectomía axilar (extracción de los ganglios linfáticos), que provoca importantes molestias en las afectadas. También se refirió a un estudio que demuestra que el ejercicio físico y una restricción de la ingesta calórica reducen el riesgo de recaída en ciertos tipos de tumores.
En cuanto al HER2 positivo (entre el 15 y el 20 % de mujeres con cáncer de mama), uno de los principales avances se da en el caso de las pacientes con enfermedad residual tras un tratamiento previo a la cirugía.
Lluch explicó que en el 50-60 %, el tumor desaparece con un tratamiento neoadyuvante (previo a la cirugía), pero queda un 40 % con patología residual.