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Juan Carlos Cornelles: "La música de cámara me interesó y me centré en el género clásico"

Pianista y profesor del Curso Música en Compostela // "Hace diez años que conozco a Ashan y con él conseguí una sintonía muy grande. En dos semanas, grabaremos nuestro sexto trabajo" // "En Londres encontré cosas de las que no tenía noticia. Allí impartí clases"

La despedida del LXI Curso U.I. de Música en Compostela reserva un lugar de estima para el pianista Juan Carlos Cornelles por la diversidad de actividades en las que ha sido imprescindible. Muestra de ello es la asistencia a los alumnos del aula de polifonía de Carmen Cruz Simó, en las magníficas páginas zarzuelísticas, tomadas de Moreno Torroba, Emilio Arrieta o Manuel Penella. Además, la generosa colaboración en la sesión de becarios, en el que departió pareceres con Paul Vall Coromina, del aula de Ashan Pillai, para una sonata de Oliver Astorga. Impresión de mayor calado fue la ofrecida precisamente con el viola Ashan Pillai, en el concierto que nos dejaron en la Capilla del Hostal de los RR.CC., y del que le invitamos a que nos hable.

Precísenos la importancia del concierto, ¿Qué destaca de las obras?

En especial las sonatas de Brotons y de Lluis Benejam, que para el repertorio español del siglo XX son fundamentales. Especialmente la de Brotons, muy redonda y bien acabada. La de Benejam tiene posiblemente momentos más inspirados, aunque, en la forma, flaquea un poco más. Me gusta más la de Brotons porque es más coherente. Sorprendentemente para una obra de juventud porque no tiene fisuras y sobresale por su gran expresividad. Toqué otra sonata que tiene de clarinete, de estilo muy parecido. También la de flauta y la de chelo. De la música española del siglo XX es de lo mejor, me recuerda un poco a Hindemith. La de Benejam tiene momentos muy inspirados, aunque la partitura que tenemos tiene muchos errores y no hemos conseguido que nos cedan el original. Nos gustaría revisarla porque hay errores que son de bulto. Ashan está interesado en tratar el primer movimiento, Romanza, como pieza independiente, porque es el mejor.

¿Con qué otros intérpretes suele trabajar?

Especialmente en música de cámara, y con preferencia para la cuerda, con músicos como Manuel Guillén o una violinista belga con la que hice música francesa recientemente. Hace unas semanas, toqué con Abel Tomás, del Cuarteto Casals. También con muchos chelistas, en general, con músicos españoles

¿Y en registros discográficos?

Lo que más hice fue con Ashan, porque hace diez años que le conozco y con él conseguí una sintonía muy grande. En dos semanas grabaremos nuestro sexto CD en el que se incluirán las dos sonatas de las que hablamos. Hicimos un primer disco con sonatas españolas en el que aparece la sonata de Roberto Gerhard, la de Fleta Polo, la de Conrado del Campo y otra de Cervelló, la Sonata a Tertis. Más interesante fue recuperar once sonatas de la Capilla Real, de Madrid, sobre autores no muy conocidos. Un proyecto de mucho tiempo porque lo que se conservaba del original era un bajo y la parte de viola. Esa parte la hice yo, pero al final llamamos a un clavecinista, Tony Millán, para perfilar el resultado.

¿Ya dentro de la canción española o latinoamericana?

En Londres respondí a la solicitud para dar clases de música española, en colaboración con una cantante colombiana, y conocí cosas de las que no tenía noticia. Mi interés en general se decanta por Falla, en las Siete canciones populares españolas, también Turina, por El poema el forma de canciones o Granados, por las Tonadillas. Toldrá, con un catálogo imprescindible o Mompou. El bis que hicimos fue una adaptación de Damunt de tú, no mes les flors, del Combat del somni. En repertorio latinoamericano, canciones de Ginastera, Carlos Guastavino, que tuve oportunidad de hacer bastantes veces. Mención también para Villa-Lobos, con unas partes de piano riquísimas.

¿Otros proyectos reseñables?

Grabar las sonatas de Brahms, originalmente escritas para clarinete y piano. Fue el autor quien consintió esa transcripción. Él haría una revisión posterior, incluyendo en el CD piezas que yo desconocía, como un imitador suyo llamado Herzogenberg, tres piezas llamadas Leyendas, con un piano exuberante. Recuerdan más a Schumann que a Brahms. Siempre conecté con Brahms, desde muy joven, de ahí esa fidelidad.

¿Cuántos años lleva colaborando con Ashan en los cursos Música en Compostela?

Cinco años. Además, siempre me apasionó el trabajo de repertorista y tuve la fortuna de encontrarme con los mejores músicos. La música de cámara me interesó y, desde el primer momento, me centré en el género clásico, en el repertorio del piano, donde están las grandísimas obras maestras, cuartetos, tríos, todas las sonatas a dúo. Toqué todo en Brahms a dúo, las de violín, chelo, el clarinete, un repertorio que siempre me apasionó. Me fui a Londres, precisamente para profundizar en esto, incluyendo el repertorio vocal, para el que me especialicé con Graham Johnson, durante un período de cinco años.

18 ago 2018 / 23:37
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