EL TESTIMONIO
Nos juntamos personas de todas las profesiones
Manuel Formoso, arquitecto
Manuelo Formoso fue parte de los Cabaleiros de Santiago, una pandilla de amigos con una gran sed de conocimiento. Un día invitamos a Alfredo Conde y se sorprendió con que siguiesen existiendo grupos de personas con nuestras inquietudes, asegura el interiorista. Además, destaca la gran relación que mantenían todos los integrantes de este colectivo, entre los cuales se podían encontrar personas especializadas en todo tipo de oficios, algo que, según afirma, era muy importante para enriquecer al grupo. Más allá de las ya nombradas comidas mensuales, este colectivo se distinguía por su deseo de ampliar saberes, algo que les llevaba a organizar viajes y excursiones culturales, que a veces también eran gastronómicas.
19 sep 2019 / 23:01
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