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Pta. Coordinadora Cofradías de la Semana Santa de Ferrol

Meca Arcos: "La Semana Santa es ejemplo de austeridad en tiempos de crisis"

La presidenta de la Coordinadora de las Cofradías de Ferrol destaca que “nuestras procesiones son tan serias y solemnes como nuestra ciudad” ·· “Incluso los no practicantes se santiguan ante las imágenes, con fe y respeto”

La vida le ha dado a Ferrol mil oportunidades para resurgir de sus cenizas. Un incendio demoníaco arrasó con el pueblo de marineros el 19 de junio de 1568. Pero tras la catástrofe, llegó el milagro. La varita mágica de la Corona Española tocó a la ría para convertirla en cuna de los Arsenales. Entonces empezó todo: el obrero Esteiro, la ilustrada A Magdalena, las cofradías y el auge de la Semana Santa. Siglos después, la ciudad se transforma en capital espiritual del Noroeste. Declarada de Interés Turístico Nacional, la Semana Santa esconde el trabajo de titanes de miles personas. Y al frente: Meca Arcos, presidenta de la Coordinadora de las Cofradías.

_ ¿Se encuentra agotada?

_ La coordinadora ya pasó el agobio en los últimos meses. El trabajo se ha planificado desde septiembre, tras el descanso estival. Porque después de cada Semana Santa, realizamos su valoración. El próximo año queremos coordinarnos con la concejalía de Turismo, para una mayor promoción de los actos. La Semana Santa es el motor de estos días, generando un gran movimiento económico en la ciudad: unos ingresos extras para hostelería, taxis, comercios...

_ ¿La actual crisis ha incidido en la Semana Santa?

_ A todos nos preocupa la situación económica. Algunas cofradías organizan colectas para organismos que ayudan a los más necesitados, como Cáritas, la Cocina Económica... No es tan fácil vivir cada día. La Merced, la Orden Tercera y las Angustias ya trabajan con ese objetivo. Por ejemplo: ayudando al refugio del Hospital de la Caridad. Y cuando pasen estas fechas, la coordinadora preparará una actividad benéfica. La Semana Santa da un ejemplo de austeridad. Resulta igual de bonita y solemne, y nos ponemos al lado del ciudadano.

_ ¿Esa solemnidad define a las procesiones de Ferrol?

_ Nuestra Semana Santa es muy solemne. Es tan seria como su ciudad. La gente de Vigo o de Sevilla se sorprende porque aquí esperamos en las rectas calles a que pasen las procesiones, de modo organizado, con orden y respeto. ¡Y no hace falta mucho más! Al paso de Os Caladiños se apagan las luces, los fieles portan velas, es precioso... Con La Caridad y El Silencio, la Virgen de luto lleva la corona de su hijo, la llave de la arqueta con la limosna y el pañuelo de lágrimas. Un testimonio de sencillez y espiritualidad.

_ Y a los visitantes les sorprende sobre todo el silencio...

_ El silencio y el respeto. La gente asiste a las procesiones, y aplaude cuando quiere aplaudir. Asiste al esfuerzo físico de entrega por parte de chicos y chicas, los portadores con la Verónica, la Virgen, San Juan... Premian así a los que dirigen los pasos, a los que mantienen ese orden. Y de lo que menos me gusta hablar es del dinero, porque aquí prima lo espiritual. Ya vivimos en el pasado las épocas de bonanza, y ahora importan las procesiones.

_ ¿La gente se emociona con el esfuerzo de los portadores?

_ Se emociona y sorprende por el esfuerzo, y al saber que nadie cobra. Los cofrades pagan una cuota por salir. Los creyentes vibran ante la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Incluso personas no practicantes se santifican ante el paso de las imágenes, en un gesto de respeto y fe.

_ ¿La Semana Santa ya es sinónimo de Ferrol y de sus familias?

_ Asistimos a una tradición que se pasa de padres a hijos. Los niños empiezan de monaguillos, los hermanos mayores se hacen cofrades, las madres cofrades o adornan los tronos. Es una tradición muy ferrolana, nuestro sello de identidad. La gente ama su Semana Santa

_ ¿Y usted la vivió desde pequeña?

_ Desde niña, y era impresionante. Recuerdo el silencio, los tambores, el Santo Entierro. Me impresionaba su solemnidad. Se vivía todo en la calle. Y el gran fenómeno turístico fue consecuencia de que las cosas se hicieron bien, y se difundieron. Se aprecia la belleza, las tallas, las iglesias, el patrimonio cultural. Un Ferrol de la Ilustración.

_ Una Semana Santa muy enraizada en la historia de la ciudad.

_ Cuando Ferrol era un pueblo de pescadores, ya contaba con sus descendimientos, una iglesia de San Julián, el Cristo del Socorro. Y después se convirtió en una ciudad diseñada por el Estado y los Borbones, la más importante de Galicia. Aquí llegó gente de todo el mundo, con apellidos anglosajones que se fueron españolizando.

_ Y se formaron las cofradías, cada una con su propia historia.

_ La de las Angustias, formada por obreros y militares. El Tercio Norte actúa siempre detrás de la Virgen de las Angustias, y se adaptó a la creación de un nuevo barrio hace décadas. La Orden Tercera con los tercios franciscanos. La de Dolores en el centro de Ferrol, patrona del comercio y con más de mil cofrades. El Santo Entierro es un Tercio independiente de Dolores, fundada hace más de 50 años en torno al Viernes Santo y con sede en San Julián. La Merced también nace de Dolores. Unas tienen la seriedad castellana, otras la alegría andaluza, y todas un espíritu ferrolano.

_ Las mujeres pueden ser cofrades desde hace relativamente poco.

_ Desde finales de los 80 o principios de los 90. De joven, yo veía pasar las procesiones desde la acera y me moría de ganas por participar. Entonces esa situación se vivía de forma natural, pero me parece muy bien que la mujer participe en todo. Y gracias a la entrega de la mujer, la Semana Santa ha crecido. En el Santo Entierro, las mujeres aún participan tan sólo como damas, con su mantilla negra. Pero la Virgen de la Amargura y la Virgen de la Esperanza son portadas únicamente por chicas. La Semana Santa tuvo una crisis en los años 70, cuando un obispo pidió que se destaparan los capuchones y las cofradías no querían salir. Si mal no recuerdo, un año no se celebró la Semana Santa y Ferrol se quedó vacío. Porque Ferrol es la única ciudad que se llena en estas fechas.

_ Como mujer, ¿ha tenido que emplear más carácter para coordinar la Semana Santa?

_ Desempeño un duro papel de mucho trabajo, para coordinar todas las cofradías y la Semana Santa. Llevo once años de coordinadora, y antes estuvieron Mario Villamil y Félix Sande. Y lo de ser mujer no tiene nada que ver con el carácter, la entrega, la capacidad de gestión.... Aunque no creo que muchas mujeres en España dirijan las juntas de las cofradías, creo que fui de las primeras. Pero no recibes un trato diferente del público. Nuestra Semana Santa es transparente por el bien de la ciudad.

_ Y alrededor se mueve mucho turismo, e incluso actos paralelos que aprovechan estas fechas.

_ Alrededor de la Semana Santa se crea todo. Pero no podemos perder nuestro sello religioso. Es nuestra seña de identidad. Como dice nuestro obispo, monseñor Sánchez Monge, sin Cristo no somos nada...

_ De las numerosas procesiones, ¿cuál le causa más emoción?

_ Como madre, me siento cercana al Santo Encuentro. El hijo duele y se le quiere mucho. El Santo Entierro también resulta muy emotivo, Os Caladiños emocionan con el dolor de la Virgen. En el Sábado Santo, La Caridad y el Silencio también impresionan por su ritual. Llaman a la puerta con un martillo, se produce un recogimiento, la gente rodea a la Virgen María.

_ ¿Y ve a la gente llorar?

_ No lloran pero se emocionan, muestran su devoción ante los pasos y también les piden algo.

phermida@elcorreogallego.es

EL PREGONERO

Paco Vázquez “emotivo y muy profundo”

En la sede de la Coordinadora de Cofradías, con capuchones de terciopelo negros bordados en plata, Meca Arcos presume del trabajo realizado en este año. Y también de la calidad de sus pregoneros.

_ ¿Ha sido un puntazo traer este año a Paco Vázquez?

_ No ha sido un puntazo, ha sido el resultado de un trabajo constante. Tuvimos de pregonero al embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez, y al Coro de la Capilla de San Pedro del Vaticano. Ha sido como traernos un pedacito del Vaticano a nuestra ciudad, todo un honor. Y la Concatedral de San Julián estaba llenísima ese día. Fue un acto sumamente emotivo. El embajador de España en el Vaticano, que es la embajada decana, nos ofreció un pregón bonito y profundo. Habló del arte, de la religión, de su relación con Ferrol, de su propia vida.

05 abr 2009 / 01:25
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