El Negreira se despide de la categoría con una derrota gris

Negreira 1   Alcorcón 2 Iván Campos | Suso | Uxío | Julián (78") | Andrés | Jacinto | Óscar Vidal | Pablo Rey (54") | Adrián | Nacho | Rubén (56") | (54") Toja | (56") R. Piñeiro | (78") Enrique   Raúl | Valleros | Farina | Albarrán (62") | Tonet | Rubén Sanz | Álex (54") | Carlos | Queco | Melgar | Curiel (71") | (54") Dani | (62") Sánchez | (71") Diego

Goles: 0-1, m. 7: Álex. 1-1, m. 48: Nacho. 1-2, m. 77: Diego. Árbitro: Sánchez Laso (Extremadura). Amonestó a Julián y Rubén. Expulsó, en el minuto 87, a Jacinto y Carlos tras un incidente entre ambos. Campo: García Calvo, 700 personas.

La fiesta de despedida del mejor Negreira de su historia tuvo sol, mucho sol, demasiado... pero también algunos nubarrones, los que dejó un partido triste y que el cuadro local afrontó alicaído, como si fuera el último castigo al que tenía que hacer frente para decir adiós a la Segunda B. La fiesta, al final, sólo quedó en el detalle de los jugadores de agradecer a su afición, con una pancarta, el apoyo recibido durante todo el año, así como en el cálido adiós a Julián Ferreiro, que deja el fútbol y se mete en los despachos. Julián recibió una placa del club y merecidos aplausos.

El sol de justicia que recibió a los jugadores sólo acentuó la desidia: casi nadie pareció entrar con ganas de jugar el partido, y menos los jugadores del Negreira. No hay que culpar a nadie, sólo a las circunstancias. En su inicio, el partido pareció hecho sólo para jugadores de la nobleza de Andrés Curiel o del entusiasmo de Queco.

Lo de Queco fue curioso. En muy pocos centímetros se esconde un gran jugador. Su estatura fue pronto carnaza para los graciosos de la tribuna, que siempre los hay. Un niño grosero y maleducado lo bautizó de entrada: "El siete es un pitufo". Otra gentil muchacha se lució poco después: "El siete es un enano de m...". Queco no se inmutó, debe de estar acostumbrado.

Pero a los siete minutos, cuando Queco ya había regateado dos veces a Suso, el hábil extremo dribló y templó para que Álex, que entraba en diagonal, hiciera un gran control y marcara. El niño grosero cambió de idea: "Al siete... hay que ficharlo", dijo.

El gol de Queco dejó una cosa clara: el Alcorcón se jugaba más, su entrada en la Copa del Rey, y el Negreira quería firmar que la última hora y media de castigo pasara cuanto antes. Curiel no cejó en su esfuerzo: reclamó un penalti que no lo era, marcó en fuera de juego, perdonó un mano a mano ante Iván Campo.

Aunque para entonces el partido ya había cambiado. Nacho, promesa de gran jugador, tampoco sabe de partidos descafeinados y en el minuto 16 provocó un penalti que no se pitó porque se tiró mal; pero la jugada cambió el guión, despertó al Negreira y acobardó al Alcorcón. El mismo Nacho falló un gol claro tras centro de Pablo Rey a la media hora, pero obtuvo su recompensa, ya es goleador de Segunda B, tras recibir un buen pase de Rubén y sortear a Raúl.

El empate volvió a lanzar al Alcorcón, que se jugaba más. Sólo Toja y sus disparos, o Piñeiro y sus jugadas, inquietaron a Raúl. Pero ya mandaba Melgar, el jugón. El 1-2 de Diego no sorprendió a nadie, y la fiesta triste acabó con la expulsión de Jacinto y Carlos, tras un enganchón que sobraba en un choque blanco.