Hasta nunca Pastor
DIJO André Malraux que la muerte sólo tiene importancia en la medida que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida, por lo que deberíamos reflexionar sobre lo importante que es lo vivido. Viene al caso la cita porque parece haber pasado desapercibido que el pasado 8 de octubre el Boletín Oficial del Registro Mercantil de A Coruña publicaba el anuncio de extinción de Banco Pastor. Su segunda, y definitiva, defunción. La primera fue el 30 de junio de 2012, después de que los consejos de administración de Popular y Pastor acordaran su fusión, para solo cinco meses más tarde, el 20 de noviembre de 2012, resucitarlo como filial al 100 % del Popular. Termina ahora un periplo vital de 242 años en manos de un comprador que, en tiempos de Pedro Barrié, era de un tamaño similar.
Hace ya setenta años pronunciaba Castelao su reconocido discurso Alba de Gloria en Buenos Aires. Hablaba de la Santa Compaña de inmortales gallegos, de las nobles dignidades y los fuertes caracteres que dio Galicia en el transcurrir de su historia, hasta que con Isabel y Fernando comienza a decaer la categoría del fúnebre cortejo, como decae Galicia al trocarse en pueblo vencido y subordinado. Si estableciéramos un paralelismo con lo ocurrido con muchas de las empresas gallegas en las últimas décadas, también hubo empresas y empresarios dignos y de carácter.
En este supuesto en lugar de encabezar la comitiva Prisciliano, probablemente lo haría Pedro Barrié, de quien se dijo que cinco como él y Galicia tendría el PIB de Suiza, y que fue el fundador de la eléctrica Fenosa, de la ahora amenazada Aluminios de Galicia (Alcoa A Coruña), del fabricante de electrodos Genosa, de la química Cedie, del astillero Astano, de la bacaladera Pebsa y de otras menos relevantes, pero que todas en su conjunto empleaban directamente a casi 7.000 gallegos.
Está investigado. Xan Carmona y Jordi Nadal en su obra El empeño industrial de Galicia. 250 años de historia, concluyen que, hasta comienzos de los 70, se puede decir sin lugar a dudas que el grupo Pastor fue el principal impulsor de nuevas iniciativas industriales en Galicia, incluso por delante del mismísimo INI. Cierto es que la joya de la corona fue Fenosa, no en vano Pedro Barrié fue agraciado con el título de conde de la misma, probablemente el único título nobiliario con nombre de una sociedad cotizada. Pero también es cierto que sin el apoyo financiero aportado por Banco Pastor el grupo empresarial nunca hubiera existido.
Tal es así que en una época en que los bancos se dividían en industriales y comerciales, aunque en Galicia de los primeros solo existiera el Banco del Noroeste, el verdadero banco industrial gallego fue Banco Pastor, y pese a ello manteniéndose como el líder en el sector financiero gallego hasta 1989. Es lo que nos perdemos. ¡Que sus últimos quince años no opaquen los 227 anteriores!
Economista