Ojo al campeón en Sar: llega en cuadro y enrabietado

“En el segundo tiempo, espoleados por la lesión de Sam (Van Rossom), el equipo ha mostrado un coraje tremendo para conseguir la victoria. Hemos ido al vestuario y, como ante el Panathinaikos, hemos pensado cómo ganar, que somos tipos con suerte por llevar este escudo, y que teníamos que dar el máximo para ganar. He hablado de que tenemos cuatro bases cojonudos. Alberto, Fernando, Joan y Erick son bases cojonudos. Puerto no está muerto así que viajará con el equipo. Ferrando también nos ayudará. Iremos a Santiago con 12 jugadores y a ganar como siempre”. Si alguien tenía alguna duda de la reacción del Valencia Basket a su enésima lesión de esta temporada, las palabras de su entrenador, Txus Vidorreta, tras la victoria el viernes en la Euroliga ante un Khimki (85-83) le aclarará el horizonte. Porque el campéon ha demostrado que es capaz de levantarse aunque caiga mil veces, y esta tarde (18.00 horas) en la caldeira de Sar, promete exigir al máximo al Monbus Obradoiro en un inicio de la segunda vuelta por todo lo alto.

El conjunto compostelano y el taronja se miden en Compostela en un duelo sin duda marcado por la última victoria santiaguesa en Bilbao (74-84) –que sirvió para derribar el muro de siete derrotas consecutivas– y el último golpe en la línea de dirección del cuadro naranja –que ayer conoció el alcance de la lesión del jugador belga, quien se fracturó tres vértebras lumbares y deberá llevar un corsé durante un mes antes de empezar con el trabajo de recuperación–.

“Ha sido un equipo muy maltratado por las lesiones, con muchísimas ausencias. Junto con el Real Madrid posiblemente el equipo que haya tenido más problemas. Creo que han sabido hacer de la necesidad virtud”, detallaba en la previa el técnico del Obra Moncho Fernández. “Un equipo que está segundo en la clasificación, el mejor en el tiro de tres, creo que el cuarto mejor ataque, defensivamente también está en los topes de las estadísticas. El campeón de Liga y en números y posiciones de campeón de Liga”, le describe.

Porque en el vestuario no bajan el nivel de alerta pese al cúmulo de bajas de su rival. El Valencia tiene en la enfermería a sus cuatro bases de la plantilla profesional (Sergi García, Guillem Vives, Antoine Diot y Sam Van Rossom) y al vinculado Andrés Rico, así como a los pívots Bojan Dubljevic y Latavious Williams. Sus exteriores tienen que asumir el cambio de rol. “Tengo cuatro bases cojonudos todavía. Tenemos un partido el domingo y Alberto, Joan, Fernando y Erick son unos bases cojonudos. Iremos a Santiago a ganar, como siempre. Otra cosa es que lo consigamos, pero a ganar vamos a salir seguro”, enfatiza Vidorreta.

Resultaría extraño en cualquier otro equipo ante el pozo sin fondo de lesionados, pero aún con este lastre, sigue señalando Moncho Fernández que la gran cualidad de su rival de hoy es que “juegan como un equipo”. “Eso es lo mejor que tienen. Un conjunto que ahora suena como una orquesta, lo hacen francamente bien”, entiende antes de entrar en detalle: “Es un equipo muy sólido, en el sentido de que hacen muy bien todas las partes del juego, defienden bien el uno contra uno, defienden bien como colectivo, tienen armas tácticas, es un equipo que ha sabido salir, quizá le haya cobrado un peaje la Euroliga por tener tantos problemas, pero como club y como equipo han sabido reaccionar como un grande”.

“Son un equipazo, de Euroliga, que es el campeón de Liga por algo, con muchos jugadores que llevan mucho tiempo juntos y con un gran entrenador. Son un superequipo”, enfatiza el técnico del Obra ante un encuentro en el que se examina la propia recuperación de los suyos tras el triunfo del domingo.

Y en el juego de ajedrez táctico y sicológico también Vidorreta se rinde al buen hacer de su anfitirón. “El Obra es un equipo que ha pasado una mala racha a nivel de resultados pero que se ha mantenido fiel a su estilo, trabajando sus series largas para buscar a sus tiradores, sus jugadores interiores en posición 3, 4 y 5. Su juego dinámico en llegada. Y sobre todo con un buen trabajo defensivo como tónica general”, afirma. “Finalmente les ha llegado el premio de la victoria en Bilbao, lo que seguro que les ha dado mucha confianza”... y eso espera el obradoirismo. Confianza y fe para tumbar al campeón.