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{El día después}

Paciencia

    EN LAS DECLARACIONES previas al partido decía Raúl López, base del Bilbao, que cuando estás en una situación así (refiriéndose a los impagos del Bilbao Basket) lo mejor que puedes hacer es ganar. A eso vinieron, ya que a pesar de llegar a perder por 18 puntos, llegaron a ponerse a tan sólo dos en el tramo caliente del encuentro tirando de oficio, sabiduría y talento. Estas tres cualidades las tienen a raudales Mumbrú, Germán Gabriel y Raúl López e incluso Hervelle y Grimau, todos con muchas horas y partidos en el más variado elenco de competiciones de carácter nacional e internacional.

    Los tres primeros son catedráticos en saber jugar y en leer e interpretar los partidos. Los cinco tienen también el gen competitivo, que fue lo que los mantuvo luchando hasta el final cuando lo más fácil al perder por tanta diferencia y ante la situación económica que padecen es bajar los brazos y dejarse ir. Si estos hombres de negro llegan a tener las piernas de hace algunos años estarían entre los cuatro mejores de la liga. Aun así, Mumbrú, ante la falta de acierto en el tiro de Raúl, asumió la responsabilidad y desde fuera nos cosió a triples y desde dentro, posteando como ala pivot, también hizo daño aunque tuvo más dificultades cuando lo defendió Pumprla e incluso con Scott que le plantó cara al final.

    Del Río Natura sólo podemos decir que cuajó una gran actuación, sobresaliente en ataque y defensa en la primera parte, y, en la segunda, repitiendo sobresaliente en el aspecto ofensivo y con lagunas en el defensivo que para mí hay que cargarlas más en lo bien que atacaron y acertaron los bilbaínos.

    A veces defendiendo muy bien y con intensidad el rival te supera por calidad. El tramo final fue vistosísimo y muy difícil para el Obra, ya que parecía que nos iban a remontar merced a una racha de aciertos muy buena ante la cual, lo más fácil es que los nervios pudiesen aparecer en cualquier momento y jugarnos una mala pasada. Por ejemplo la última e inexistente técnica pitada a Xanthopoulos, fácilmente puede desquiciar a cualquier jugador o entrenador, y descentrar al equipo más avezado.

    En ese momento, el más complicado, se mantuvo la intensidad defensiva y a nadie le tembló la mano o se escondió en ataque, sino todo lo contrario, se asumieron responsabilidades y se tiró con acierto, jugando como conjunto y además con muchísimo temple. Todos rayaron a un gran nivel comandados por Oriol que sigue en estado de gracia, tanto es así que tras mi charla con Orenga en el descanso, algunos me preguntaban de broma pero en el sentido más cariñoso, elogioso y positivo, sobre si el seleccionador, aparte de seguir a Corbacho, Germán o Mumbrú, también había venido a ver a Oriol. En resumen, ha sido una victoria que confirma que la gran actuación en Murcia no fue un espejismo y que el Obra sigue creciendo partido tras partido, con la paciencia como consejera. También la paciencia combinada con exhaustivo trabajo en los despachos es la terapia que se está aplicando para intentar acertar en el sustituto de Minnerath.

    27 ene 2014 / 21:42
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