Patrimonio, paisaje e historia se unen en las tierras de Zas

Como puerta de entrada a la comarca de Terra de Soneira y en pleno centro de Costa da Morte, el Concello de Zas se ofrece al visitante como un municipio idóneo para disfrutar de la naturaleza, el senderismo y también de un rico patrimonio histórico.

A los amantes del senderismo, el Concello les propone tres rutas a través de las cuales podrán descubrir y disfrutar de los parajes naturales más atractivos de la zona.

Una de ellas discurre desde la carballeira de Baio hasta Pedra Vixía, siguiendo el trazado del río Grande. Una ruta de gran belleza paisajística, que discurre por senderos de pescadores, y que concluye en el área recreativa de Pedra Vixía, en cuyo entorno todavía se conservan los restos de un dolmen y también de un antiguo aserradero de madera que aprovechaba la fuerza del agua para ejercer su actividad.

Desde la capital municipal se puede iniciar otra ruta hasta el lugar de Rial de Abaixo, pasando por la iglesia parroquial zaense de San Andrés, construida a mediados del siglo XVI. Otra de las propuestas de interés es la ruta de Brandomil, que parte del puente de estilo románico de cuatro arcos que cruza el río Xallas, antes de que las aguas de éste sean recogidas en el embalse de A Fervenza. En el entorno pueden verse también los restos de una antigua calzada romana, así como el llamado Pozo Limideiro, y el núcleo abandonado de Vilarcobo.

Zas cuenta además con un rico patrimonio histórico, entre el que destacan dólmenes como el Arca da Piosa, y pazos como las Torres do Allo, restauradas por la Diputación de A Coruña. Sobresalen también las torres de Romelle, así como los pazos de Daneiro, Follente y As Hedreiras. La arquitectura religiosa ofrece templos de gran interés como el de Zas, la iglesia de Meanos, que acoge un gigantesco Cristo de piedra del siglo XVII, y la barroca neoclásica de Lamas, del siglo XVII.

Uno de los principales puntos de referencia es el Pico de Meda, el punto más alto del Concello (567 metros), y desde cuya cima se puede contemplar una impresionante panorámica de las tierras de Soneira y Bergantiños. Muy cerca de allí se encuentran los molinos de O Rabuñoso.