Pesar por la muerte del arquitecto Bartolomé
Socio de Almuíña y Rafael Baltar, ya fallecido, es autor de numerosos proyectos//Hoy será incinerado en Boisaca
Reconocido arquitecto y un hombre muy querido en Compostela, quienes conocieron a José Antonio Bartolomé Argüelles cuentan de él que era "un gran profesional" y una "excelente persona". Su fallecimiento ayer, a los 76 años de edad, causó un profundo pesar en la ciudad, donde dejó su huella en numerosos edificios.
José Antonio Bartolomé Argüelles formó equipo con Rafael Baltar Tojo, fallecido en 2004, y Carlos Almuíña realizando numerosas obras de promoción pública y privada, entre las que destacan las de conservación de la Catedral de Santiago entre 1981 y 2005, por la que recibieron la Medalla Europa Nostra, además de la rehabilitación de los teatros Principal de Santiago (1986), el Salón Teatro compostelano (2000), el Jofre de Ferrol (2002), y el Colón de A Coruña (2003), o el de la Beneficencia de Ortigueira (1987).
Además, el estudio Almuíña, Baltar y Bartolomé, fundado por Rafael y José Antonio en los años sesenta y a los que posteriormente se incorporaría Carlos, fue el encargado del proyecto de los edificios de Juzgados de Vigo (1982) y Santiago (1995), así como la ampliación de la Facultad de Ciencias Políticas de la USC.
El arquitecto José Antonio Bartolomé estaba casado con la francesa Denyse Husson Rousselet, conocida profesora de yoga, y tenía tres hijos, Carolina, Adrián y Guillermo Bartolomé Husson, y un nieto, Xulio Antón.
La misa por su eterno descanso tendrá lugar esta tarde, a las 16.30 horas, en la capilla del tanatorio de Boisaca, donde seguidamente será incinerado en la intimidad familiar.
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