Planean cuadriplicar la capacidad del matadero de Ribeira

Cuando en febrero de 2014 se inauguraba el moderno matadero de Ribeira, con un coste de un millón de euros y cuya explotación se concedió por 20 años a la empresa Josoni, su puesta en marcha se tuvo que retrasar tres meses porque se quedaba pequeño para poder operar a pleno rendimiento. Sólo podía hacerlo al 30%, lo que se traducía en matar únicamente treinta animales diarios.

Su responsable, Manuel González Estalote, invirtió entonces un millón de euros en la construcción de otra nave, de 800 metros cuadrados, dotada de ocho cámaras de frío y una sala de despiece y, posteriormente, una cifra similar en más equipamiento.

Ahora, proyecta una nueva fase de ampliación para redimensionarlo, por lo cual renunció a la concesión para que el Concello saque a subasta el complejo y así poder optar a adquirirlo en propiedad.

Sus planes pasan por construir cuadras e incorporar más frigoríficos y prevé para ello un presupuesto de más de tres millones de euros.

Su objetivo es incrementar considerablemente la capacidad de sacrificio actual, que es de 400 reses diarias de porcino y vacuno, hasta alcanzar las 1.500.

Ello implicaría, a su vez, reforzar la plantilla (que está formada por 31 trabajadores) en todos los departamentos, incluido el comercial, hasta aproximadamente un centenar de nuevos puestos de trabajo.

De la nave ribeirense sale carne cada jornada rumbo a diversas provincias españolas, pero también hacia Portugal, Italia y Alemania. Cuando la flota de camiones de la firma (formada por quince vehículos) no da abasto, se echa mano de algunos de los treinta de otra compañía del citado grupo (la comercial cárnica González Estalote).