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Portugal rectifica y le da paso a los efectivos y material contraincendios de la Xunta

Tras la información de elcorreogallego.es, las autoridades lusas reaccionaron aceptando la ayuda y recibiendo a las brigadas y camiones rechazados ayer // El convoy gallego está formado por 60 bomberos forestales dependientes de la Consellería de Medio Rural, dos camiones cisterna de 30.000 litros cada uno y motobombas

Las autoridades lusas rectificaron. La información publicada por este elcorreogallego.es corrió como la pólvora y, obviamente, mucha gente de Galicia y Portugal la leyó y la comentó en las redes sociales, testigo de muchas respuestas de sorpresa. A media mañana de este martes, se supo que Portugal impidió el paso al país a los efectivos de ayuda que la Xunta puso en disposición para luchar contra el horroroso fuego que asola la zona centro del país vecino y que aún está causando innumerables problemas y tragedias.Motobombas, 60 bomberos forestales dependientes de la Consellería de Medio Rural, dos camiones cisterna de 30.000 litros cada uno y otros efectivos quedaron paralizados ya ayer. Ahora, los portugueses, que reconocieron que estaban desbordados y aludieron a problemas de intendencia, aceptaron la ayuda y el mismo cónsul de Portugal en Vigo se desplazó a Valença do Miño para escoltarlos.

LA HISTORIA PREVIA: "UNA SENSACIÓN AGRIDULCE"

"Fue una sensación agridulce. Eramos conscientes de la situación que estaban pasando en Portugal, estamos preparados para intervenir y ayudar a la gente y por un tema burocrático nos impedían ir a luchar contra un grave problema que acabó con tantas vidas”. Era la reflexión de uno de los más de sesenta bomberos forestales dependientes de la Consellería Medio Rural que ayer se encontraba en Valença do Minho esperando una autorización del gobierno portugués para ayudar en las labores de extinción del grave incendio que asola el centro de ese país.

Y es que al convoy habilitado por la Xunta de Galicia para participar en la extinción de los fuegos en Pedrógão Grande, Leiria y Coimbra se le negó la entrada en la frontera con el argumento de que “no tenemos intendencia para atender a tanta gente. Estamos desbordados y no podemos permitir que pase más ayuda”. Una respuesta que sorprendió a todo el mundo, especialmente a lo bomberos que de forma voluntaria se habían prestado a participar en este dispositivo de emergencia.

A lo largo de la noche del domingo, los responsables antiincendios de la Consellería de medio rural contactaron con bomberos forestales de la Xunta para pedir voluntarios que quisieran desplazarse al vecino país. La respuesta fue tan rápida como generosa y en menos de diez horas, durante la noche del domingo al lunes, se movilizaron algo más de sesenta agentes y técnicos forestales, se habilitaron dos camiones cisternas con capacidad para 30.000 litros de agua cada uno, una docena de motobombas, un puesto de mando avanzado y todo el material preciso para actuar al momento.

Todo el material fue desplazándose hacia la base de Medio rural en Pontevedra, lugar dónde se estableció el primer centro de mando. Hasta allí llegaron agentes forestales de las cuatro provincias gallegas, seleccionados previamente para no dejar desatendidos los montes de nuestra comunidad. Y a primera hora de la mañana del lunes salía el convoy escoltado por la Guardia Civil con destino a Portugal. Al frente del operativo figuraban Manuel Rodríguez, jefe Territorial de medio Territorial en la provincia de A Coruña y Guillermo Acebal, el jefe provincial del servicio contraincendios forestales.

Del dispositivo de la Xunta también formaban parte técnicos de la Axencia Galega de Emerxencias (Axega) para coordinar el operativo con el camión nodriza de asistencia en emergencias que desplegaron tras el accidente del Alvia en Angrois.

Pero la sorpresa surgió nada más llegar a territorio luso. El convoy fue obligado a detenerse en una explanada de Valença do Minho por las autoridades portuguesas. Fueron minutos de tensión ya que se trataba de convencer a los repfresentantes del Gobierno luso de la capacitación de nuestros bomberos forestales, acostumbrados a luchar contra el fuego en situaciones muy similares, por la orografía y la vegetación, en Pedrógão Grande. Pero no fue posible continuar. “Non temos intendencia para tanta xente e non podemos dar autorización para acudir a zona da catástrofe”.fue el razonamiento a pesar de que los miembros del convoy gallego estaban dispuestos a gestionar ellos, por sus propios medios, todo aquello que Portugal no podía hacer.

“Agradecemos a boa axuda pero hoxe non é posible”, les dijeron antes de añadir que “en unas horas les podremos llamar tras distribuir de una manera más sensata todos los medios”. Y tuvieron que emprender el camino de vuelta.

Los bomberos voluntarios gallegos no salían de su asombro cuando tuvieron que desandar el camino. “Nosoutros sabemos moi ben cómo se actúa en estas situacón, estamos acostumbrados e podíamos axudar a esa xente”, decía uno de ellos en conversación telefónica con la redacción de esta web. “Se non queren que estemos na primeira línea podíamos axudar moito nas labores do postincendio”, reflexionaba otro. “É unha sensación adridoce”, era la opinión generalizada sabiendo que el fuego continúa avanzando y que el número de víctimas puede seguir creciendo.

20 jun 2017 / 12:07
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