Las prioridades en Cataluña

POLÍTICA Pocas dudas tienen los ciudadanos sobre las prioridades del Gobierno de la Generalitat, antes presidido por Artur Mas y ahora por ese siniestro Carles Puigdemont, tutelados siempre por ERC y ahora con los antisistema de la CUP marcando la hoja de ruta. Las prioridades son el poder para, valga el juego de palabras, poder controlar el 3 % (o el 4, el 5 o hasta el 10) y eso solo lo pueden hacer al más puro estilo del maestro Jordi Pujol.

Los catalanes, todos los catalanes, conocen perfectamente el orden de las prioridades porque sufren (aunque muchos lo comparten) el delirio independentista que supone anteponer una embajada en Bruselas a un buen hospital en Barcelona; un conseller de Exteriores antes que una docena de profesores o gastar el dinero en organizar un referéndum y no poder pagar las nóminas de los funcionarios o devolver las facturas de las farmacias. En suma, un delirio que llevan varios años pagando muy caro. Pero no nos podíamos imaginar que en el capítulo de prioridades, tras lo vivido en Barcelona y Cambrils, Puigdemont fuera capaz de poner fin al luto el mismo día que moría la víctima número 16. Una locura.