Prostitutas pagan hasta 7.000 € por una pareja de hecho

Se busca gallego que quiera hacerse pareja de hecho de prostituta para permiso de residencia. Entre 3.000 y 7.000 euros. Este podría ser el texto de un anuncio por palabras si no lo persiguiera la ley y el mundo de la trata de blancas y la prostitución no se desarrollara dentro de la marginación y la invisibilidad.

Así se desprende de un informe de la ONG Ecos do Sur sobre la situación de las redes de tráfico de personas y la prostitución en Galicia -con motivo de la celebración, hoy, del Día Internacional contra la Explotación Sexual-. Actualmente en la comunidad está surgiendo un mercado de parejas de hecho, en el que los hombres cobran por registrarse como pareja de extranjeras que ejercen la prostitución con el fin de que estas obtengan el permiso de residencia.

El informe recoge, además, que la Fiscalía de Galicia ya "solicita entrevistas en todos los casos de matrimonios mixtos, precisamente con el objetivo de detectar y evitar el fraude".

Otra de las conclusiones del estudio deja patente que la crisis está propiciando un auge en el mercado del sexo, ya que se están detectando mujeres que vuelven a ejercer tras haber abandonado la calle, y otras desisten a medio proceso "a consecuencia de la retirada de la Risga" (Renda de Integración Social de Galicia). Por otra parte, dice Ecos do Sur, "el gran aumento de las intervenciones policiales en clubes de alterne está provocando un desplazamiento de la actividad hacia pisos privados", lo que aumenta la invisibilidad.

Perfil en Galicia Inmigrante brasileña, de entre 25 y 45 años, que desempeña su trabajo bajo el control de una mafia. Este es el perfil mayoritario de la mujer que ejerce la prostitución en Galicia.

Según el citado informe, el 93% de las prostitutas en activo en la comunidad son extranjeras, sobre todo brasileñas, que entran en España a través del aeropuerto de Peinador. Son captadas en su país por medio de familiares "bajo la falsa oferta de un empleo como camareras o modelos". Al llegar a Galicia ya deben el billete de avión y tienen que pagar la habitación y su manutención en un piso o club, con lo que la deuda aumenta.

Los proxenetas, para aumentar el aislamiento y que desconozcan sus derechos, las engañan diciéndoles que si se empadronan la Policía podrá expulsarlas del país. Como muchas de ellas tienen cargas familiares son aún más vulnerables, por lo que la solución que encuentran para obtener el permiso de residencia es comprar una pareja de hecho.

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