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{tribuna libre}

El referendo trampa

    ME PARECE que fue a Antony Flew -aquel filósofo inglés gran apologista del ateísmo, hasta que al final de su vida se hizo un firme deísta- al que le leí la anécdota aquella en la que cuenta lo que respondió Carl Sagan (el de la TV) a la pregunta de si creía en Dios. El científico le dijo a su interlocutor que lo primero que tenían que ponerse de acuerdo es en cuál era el concepto de Dios. Porque, ciertamente, el término Dios es polisémico. Puede comprender -y de hecho comprende- muchos conceptos. Están desde los panteístas que piensan que Dios es el propio Universo, hasta los que creen en un Dios personal como les pasa a los seguidores de las religiones reveladas representadas fundamentalmente por el judaísmo, el cristianismo y el islam. Y luego están los ateos y los agnósticos, que no son lo mismo.

    Otra palabra polisémica donde las haya, aún circunscribiéndonos sólo a la política, es estado. Puede significar muchos tipos de gobierno. Más de los que se me ocurren ahora. El término Estado, así sólo, no significa nada... o puede significar lo que a uno le dé la gana. Para que signifique algo, a estado hay que añadirle un apellido. No es lo mismo un Estado independiente, que uno dependiente, y dentro de estos, no es igual si pertenece a una federación de estados o a una confederación. Incluso puede darse el caso, de que un territorio que pertenezca a un Estado, tenga más competencias que otros territorios de otras naciones que se denominen estados federados. España, por ejemplo, según la Constitución, se autodenomina Estado de las Autonomías. Sin embargo, a mi modesto juicio, en la práctica es un Estado Confederal, en donde unos territorios llamados autonomías tienen más competencias que otros muchos que existen en el mundo y que se denominan estados. Y es confederal, porque no en todos los territorios tienen los gobiernos y los ciudadanos los mismos derechos y deberes con el Estado "central". Sobre todo en impuestos. Pero esto es otra historia.

    Lo que quiero comentar hoy -y lo anterior sirve de introducción- es la pregunta que los independentistas catalanes quieren llevar a referendo a los habitantes de Cataluña, sin entrar si el Gobierno catalán tiene competencias o no para convocarlo, aunque yo lo tengo muy claro porque me creo lo que dice al respecto nuestra actual Constitución.

    Los señores Mas y Junqueras, no pretenden hacer una pregunta, sino dos. Y ahí está la trampa. La primera pregunta es: ¿quiere que Cataluña sea un Estado?, y la segunda, para los que contesten afirmativamente: ¿quiere que sea independiente?

    Los señores independentistas catalanes, como tales, si se proponen hacer un referendo es porque quieren ganarlo. En caso contrario no dirían de convocarlo. No lo van a hacer para que la respuesta vaya en contra de sus tesis. Si estuvieran seguros de que la gran mayoría de los catalanes piensa como ellos, y además creyeran firmemente en la posibilidad real de una Cataluña independiente más próspera que la actual, la pregunta sería: ¿quiere que Cataluña se independice de España (o del Estado Español, si se prefiere)? Y no la hacen en este sentido porque están seguros de que la respuesta sería negativa y además ellos no quieren eso, por lo menos por ahora.

    Así pues convocan un referendo trampa. Trampa que se la hacen a la ciudadanía, pero también ellos se autoengañan. Estoy seguro de que el Sr. Mas se dio cuenta hace ya mucho tiempo en el berenjenal en que se había metido y como no puede echarse para atrás, convoca el referendo trampa, porque le da la impresión de que a la primera pregunta se va a votar positivamente, porque el término "estado" sugiere más competencias y eso ya es un éxito para ellos. Quién no quiere tenerlas, sobre todo económicas, si la propaganda oficial le dice a la gente que Cataluña no va bien porque España la expolia. Sin embargo -amigo mío- la segunda pregunta ya es otra cosa. Independizarse de España, es salir de la Unidad Europea, de la OTAN, fronteras, aranceles, pasaporte, moneda propia -o si se usa el euro sin influencia monetaria-, sin voz ni voto en el parlamento europeo, y una larga lista de etcéteras entre los que no es menor la deslocalización de empresas.

    Así si sale una respuesta mayoritariamente positiva a la primera pregunta y una minoritariamente negativa a la segunda, los señores Mas y Jonqueras han cumplido, el primero con alivio y el segundo rezongando pero no menos aliviado. Y eso porque Cataluña no dejaría España ni la Unión Europea y por lo tanto ninguna de sus ventajas, pero con la primera respuesta positiva tienen ambos motivo suficiente para arrogarse el triunfo y de paso poder seguir dando la tabarra y pidiendo más competencias y más pasta.

    26 dic 2013 / 09:02
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