Robots, tecnologías del lenguaje o e-salud con la meta de facilitar la vida

Si algún día llegamos a conocer la respuesta a la pregunta ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? sin duda que el responsable será alguno de los miembros del Citius (Centro Singular de Investigación en Tecnologías de la Información), una entidad que forma parte de la Red de Centros Singulares de la Universidade de Santiago y en él que se llevan a cabo investigaciones punteras e innovadoras en el campo de las tecnologías de la información (TIC). Un ámbito que, según señala el director del proyecto, Paulo Félix Lamas, es "el mejor instrumento para conocer el mundo en el que tenemos que interpretar y decidir sobre cuestiones básicas".

"Las TIC comienzan en aquellos procedimientos que miden la realidad, como los sensores; luego permiten procesar esos resultados, después poder reconocer patrones sobre ellos y, finalmente, comunicar los resultados de esa interpretación de datos a quien debe tomar decisiones. Hablamos de múltiples técnicas que van desde la medición física hasta la comunicación humana", explica el científico.

El edificio agrupa a trabajadores de disciplinas muy diversas, matemáticos, físicos, filósofos lingüistas, ingenieros de telecomunicaciones o informáticos. Se forman así equipos multidisciplinares que trabajan en alguno de los siete programas actuales, dedicados al aprendizaje automático, computación avanzada, e-salud, robots personales, procesamiento aproximado, sensores autónomos y tecnologías del lenguaje natural.

Con una estructura casi idéntica a la de los otros laboratorios que integran la Red de Centros Singulares, una comisión de expertos externos se encarga de evaluar los logros y la ruta a seguir.

Otro aspecto muy importante en su organización es el seguimiento de los planes estratégicos ya que "nos obligan a planificar nuestra actividad, ponernos metas, introducir acciones de mejora y conseguir esos objetivos", resalta Lamas. El primero se desarrolló entre 2011 y 2015 y "sirvió para estructurar la organización y delimitar responsabilidades", cuenta el responsable del centro. El segundo plan, entre 2016 y el pasado año, "fue de consolidación de esta estructura y de determinación de un rumbo que nos permitiera alcanzar retos, fundamentalmente en el ámbito de la internacionalización y la captación de talento". Actualmente, "seguimos ampliando horizontes pero cada vez con objetivos más ambiciosos", añade.

Estos propósitos ya comenzaron a dar sus frutos, "aún no nos podemos comparar con grandes instituciones pero lo que he comprobado es que hay una ambición de responder a los mismos retos, hay un diálogo sin complejo en ese sentido", cuenta el director. Señala, como ejemplo, que el Instituto Nacional Americano de Estándares adoptó una tecnología procedente del Citius en sus procedimientos referidos a la estandarización en el ámbito de la recuperación de la información y procesos de búsqueda. Por otra parte, una de las empresas spin-off creadas en el campus de Santiago tiene su producto implantado en más de 40 países. "En este sentido podemos sentirnos muy orgullosos de que la ciencia que desarrollamos aquí, en la USC, en Galicia, ya que responde a los mismos retos que las mejores instituciones del mundo. Estamos en el debate científico contemporáneo y eso es muy importante", dice Lamas.

La apuesta por el talento es el pilar fundamental sobre el que se sostienen estos éxitos. Atraer a los mejores profesionales de cada ámbito y dotarlos de unas condiciones óptimas que desarrollen sus proyectos; según Lamas esto es "la gran apuesta a nivel mundial pero hay que tener disponibilidad presupuestaria y ofrecer una carrera investigadora a aquellos jóvenes que tienen talento y que quieren una oportunidad para poder desarrollarlo", en ese sentido, "es donde encuentro las mayores debilidades respecto a otros sistemas científicos, en los apoyos económicos que garanticen una estabilidad laboral cuando trabajas en I+D+i".