Salva su vida gracias a un trasplante y funda la asociación Asotrame

Cristina Piñeiro, presidenta y fundadora de la Asociación de Trasplantados de Médula Ósea (Asotrame), cuenta en primera persona su propia experiencia como receptora de médula ósea. "Me diagnosticaron un linfoma de Hodgkin hace tres años y medio, tras ser sometida a quimioterapia, tuve una recaída, me hicieron un autotrasplante que no resultó. Le hicieron las pruebas a mi hermana que no era compatible y entré a formar parte del Redmo y a los dos meses apareció un donante". De esta persona tan solo conoce que es varón, de nacionalidad alemana. Tras el trasplante, permaneció aislada durante dos meses, a la espera de la reacción de su cuerpo. Explica que después es muy común que se produzca un rechazo, enfermedad de injerto contra huésped (EICH). " Las células del donante atacan a las del receptor, en algunos casos y además de las células buenas, destruyen también a las cancerígenas", lo cual podría ser beneficioso para el paciente. Sin embargo "si este rechazo llega a un grado 4, podría llevar a la muerte del paciente". En su caso la reacción fue leve, y después de estar dos meses ingresada, poco a poco fue recuperándose y a día de hoy hace "casi vida normal".

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