El San Juan Bautista del Colegio de la Compañía de Monforte

El cuadro de San Juan Bautista del Colegio de la Compañía ha sido restaurado y me alegro mucho. Los monfortinos debemos agradecer al padre Javier Agudo su interés en proteger y restaurar las obras que se conservan en este Colegio. Esta pintura llamó mi atención hace unos quince años cuando la vi por primera vez junto a otra de San Juan Evangelista, que espero algún día se pueda también restaurar, porque ambas estaban juntas y así creo que en un principio se habían colocado en su lugar de destino. Cuando mostraba la foto del Bautista a especialistas en pintura, tanto en España como en Italia, me señalaban la similitud con la obra de Tiziano.

La pintura monfortina está inspirada en los modelos de este artista: el Bautista del Escorial, a otro que se encuentra en Venecia y a un tercero que es el San Juan Bautista del Museo del Prado, restaurado y presentado en la exposición de Tiziano en Madrid del 6 de noviembre de 2012 al 10 de febrero de 2013. La de Monforte tiene gran similitud con esta última, aunque presenta algún cambio en la composición, como es el cordero que sostiene en su brazo izquierdo; en las otras pinturas se encuentran situados sobre el suelo a su derecha. Como no estaba segura que la obra monfortina fuese del gran Tiziano, contacté con el experto en este pintor: el profesor Augusto Gentili de la "Università Ca´Foscari de Venezia", que muy amablemente se ofreció a ayudarme. Me puse de acuerdo con él y viajé con este motivo, "ex profeso", a esa magnífica ciudad, donde tuve una reunión con el profesor Gentili en septiembre del 2009. Después de observar la foto que le presenté, me dijo que no era obra de Tiziano: era lo que yo me temía (esta obra la di a conocer en una conferencia impartida en Nápoles el 13 de junio de 2013, en el Congreso: "Napoli nel tempo di Manso e Lemos"). El mismo profesor me sugirió que me informase sobre un Bautista de Tiziano que Pietro Aretino había enviado al conde Massimiano Stampa.

Aretino en su trabajo: Il primo libro delle lettere (a cura di Fausto Nicolini), publicado en Bari en 1913, p.36, remite una carta al conde Massimiano Stampa desde Venecia el 8 de octubre de 1531, donde le comenta que, entre otras cosas, le envía: «un quadro [San Juan Bautista] di mano del mirabile Tiziano»; le señala que observe: el colorido de la carne, la suavidad del cabello y la juventud del San Juan. En cuanto al cordero que sostiene en brazos comenta que era tan natural que pasando por allí una oveja le "baló" porque creía que era real. Es éste el único San Juan Bautista, de Tiziano, similar al de Monforte, que aparece con el cordero en brazos del Santo.

También me había planteado la posibilidad que hubiera sido realizado por el pintor flamenco Roland Mois (o Moys) o por alguno de sus ayudantes, actualmente está descartada esta hipótesis después de contactar con la profesora Carmen Morte, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza y experta en este artista (Ver: C. Morte García, en Catálogo de la exposición: Aragón y La Pintura del Renacimiento, Museo e Instituto «Camón Aznar», Zaragoza del 9 de octubre al 30 de noviembre de 1990 y "El pintor flamenco Rolan de Mois (c. 1520-1592). Nuevas obras a su repertorio", en Seminario de Arte Aragonés, nº 38, Instituto «Fernando el Católico», Zaragoza 1983, pp. 195-212).

Mois pintó obras de san Juan Bautista siguiendo el modelo de Tiziano, son conocidas: una para la iglesia cisterciense de Fitero, en Navarra (pintada entre 1590-91); y otra para la iglesia parroquial de Codos, Zaragoza (1580); esta última guarda mucha semejanza con la de Monforte. Conocí la existencia del Bautista de Fitero por un trabajo del profesor Alfonso Pérez Sánchez: "Presencia de Tiziano en la España del Siglo de Oro" (publicado en Goya, nº 135, Madrid 1976, pp. 140-159).

Roland Mois fue un pintor de retratos muy reconocido, de origen flamenco, que probablemente le fue presentado al duque de Villahermosa, don Martín de Gurrea y Aragón, por su amigo el cardenal Granvela cuando ambos se reencontraban en Bruselas en octubre de 1555 durante la abdicación de los Países Bajos por el Emperador a favor de su hijo, Felipe II. Villahermosa regresó a España con Felipe II en 1559, después de los funerales de Carlos V en Bruselas y trajo con él a Mois para decorar sus palacios (Ver: J. A. Morejón Ramos, Nobleza y humanismo. Martín de Gurrea y Aragón.

La figura cultural del IV duque de Villahermosa (1526-581), Zaragoza 2009, pp. 107 y 315). El pintor, además de trabajar para el duque, también realizó encargos para las iglesias y monasterios de la zona de Aragón y Navarra. Es muy probable que el cardenal Rodrigo de Castro conociera la obra de este artista cuando en 1585 viajó a Zaragoza en el séquito de Felipe II para los desposorios del duque de Saboya con la infanta doña Catalina de Austria el 11 de marzo de 1585. El 7 de marzo, en la Seo de Zaragoza, don Rodrigo de Castro recibió el capelo cardenalicio de mano del nuncio apostólico, Ludovico Taberna, estando presentes: "el Cardenal Granvela, el Arzobispo de Zaragoza y muchos Grandes de Castilla y Aragón" (H. Cock, Relación del viaje hecho por Felipe II, en 1585, á Zaragoza, Barcelona y Valencia, Madrid 1876, pp. 38-39). Nuevamente aparece este cardenal, quien valoraba mucho la pintura de Mois y pudo haber mostrado a don Rodrigo obras de este artista y que encargara a algún artista zaragozano una copia del Bautista. En la zona de Zaragoza se difundieron muchas copias de esta pintura realizadas por artistas locales, algunos desconocidos hasta la fecha, como podemos ver en el catálogo de la exposición de Miguel Falomir: Tiziano. San Juan Bautista, Museo del Prado, Madrid 2012.

El Bautista de Monforte está realizado en óleo sobre tabla de pino (con unas medidas aproximadas de 44 x 94 cm), tiene la cabeza levantada con la mirada hacia el cielo y la boca entreabierta en actitud de "arrobamiento"; brazo derecho descubierto y mano que descansa sobre el lado izquierdo del pecho; el brazo izquierdo y la mano sostienen la cruz, el cordero y la filacteria donde se puede leer: ECCE AGNVS DEI...; piernas al descubierto, la izquierda flexionada y pie apoyado sobre una piedra; chaleco, probablemente de vitela, abrochado con dos botones; capa anudada sobre el hombro derecho que le cae hasta los pies. A su derecha, el tronco inclinado de un árbol partido rodeado por una hiedra; esta planta se utilizó en la simbología cristiana haciendo alusión a la inmortalidad y a la eternidad por su supervivencia (A.M. Quiñones Costa, La decoración vegetal en el Arte Español de la Alta Edad Media: su simbolismo. Tesis doctoral, Madrid 1992, pp. 850 y 862). Muchas de estas características las podemos ver en la pintura del Prado; en cuanto a la hidra está presente en el Bautista del Escorial y en el de Codos. Con referencia al cromatismo, subrayar los colores vivos (calientes), destacando el rojo de la capa, similar al de Fitero, en contraposición con las gamas grises (frías) del Prado y de Codos. Otra diferencia entre el de Monforte y los demás se encuentra en el pie derecho donde se observa que aquél tiene todos los dedos juntos y en los otros el dedo gordo está separado de los otros dedos.

Averiguar el origen de una obra de arte es una tarea "detectivesca" y quizá aún me lleve algún tiempo averiguar su autoría; me gustaría algún día escribir sobre las vicisitudes que conducen a un resultado final: indagar dónde se encuentran obras similares, hacer comparaciones, visitar las obras en los museos, investigar en los archivos, ponerme en contacto y visitar a especialistas europeos, hacer un estudio de cada artista a quien se atribuye la obra para poder descartar algunas atribuciones, etc. etc. Espero que algún día pueda asegurar la procedencia de esta pintura.