La sanidad privada juzga agotada la gestión pública y pide mayor participación
El sector solicita ventajas fiscales para las pólizas voluntarias como fórmula para ahorrar presupuesto y "descargar" el SNS
Santiago. El crecimiento sostenido del gasto sanitario, asociado al éxito clínico de una asistencia cada vez más capaz, ha convertido la financiación sanitaria en punto de continua tensión. En tiempos de caída de ingresos y recorte del gasto público, el Sistema Nacional de Salud afronta un debate decisivo en el que crecen las voces que cuestionan su viabilidad y propugnan la revisión del modelo.
Un debate en el que toma posiciones un sector privado que crece en plena crisis (el número de usuarios asegurados se incrementó un 4,16% en 2010) y que ve en la externalización de servicios y el trasvase de usuarios una válvula de escape para las cuentas del SNS. Organizado desde 2010 en el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), el sector presentó ayer en Santiago, de la mano de la Fundación Rosaleda, una hoja de ruta para la reforma del sistema, que reivindica, según señaló Rafael Silva, gerente del centro compostelano, el papel de la sanidad privada como descarga del sistema público y agilizadora de la atención.