El santiagués Cándido Pazos entra en la élite artística con sus últimas obras
Su escultura sobre el héroe que fundó Pontevedra ya se ha convertido en el símbolo del Centro Social de Caixanova ·· Pronto inaugurará en Compostela una muestra con 300 piezas de coleccionistas sobre el antiguo Egipto
El artista compostelano Cándido Pazos tiene como premisa ganarle tiempo a la existencia y vivir cada momento con el máximo provecho. Sus creaciones son fruto de la inspiración y el estudio minucioso, y consiguen el reconocimiento unánime allá donde van: La Gran Puerta Xacobea de Compostela, el Recuerdo a los Marineros de O Berbés, su Nuevo Faro de Alejandría o La Mano de Baco del Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco de Logroño son muestras de ello. Hace unos días, además, su nombre brilló con luz propia ante los Reyes de España en la inauguración del nuevo Centro Social Caixanova de Pontevedra, celebrada el 15 de julio.
El edificio está coronado con una escultura en bronce de seis metros de alto, que representa a Teucro, el mítico fundador de la ciudad de Pontevedra, al que el artista compostelano le ha puesto cara. "Es el hijo del rey de Salamina", comenta Pazos. "Regresó a su patria tras luchar como un héroe en la guerra de Troya y asistir impotente al suicidio de su inseparable hermanastro Ajax. De vuelta a su hogar, lo condenaron al destierro, y tuvo que embarcar en busca de un nuevo lugar donde asentarse".
Cuenta la leyenda que navegó por el océano y "se enamoró de una sirena, a la que persiguió hasta las Kasiterides, que son las islas Cíes". Luego fundó Helenes, el primer nombre que recibió Pontevedra.
Cándido Pazos ha interpretado a este héroe como un joven atleta que porta desnudo un arco modernista: "Pesa 2.000 kilos. Es de bronce, pero da sensación de ligereza y de que se posa en el vacío. Y es que está anclado por un espigo de acero de tan sólo cinco centímetros, por lo que se moverá en los días de fuerte viento", comenta el autor.
Otra de las riquezas que Cándido Pazos aportó al edificio de Caixanova son los jardines colgantes, y la cascada de agua. "Para los jardines, el arquitecto del edificio, César Portela, me dio un espacio y unas ideas", reconoce con humildad el artista. Se han bautizado como Jardines de Babilonia e incorporan una innovadora técnica de realización. Pazos ha aprovechado sus investigaciones de I+D, ya premiadas en distintos países, y ha trabajado con catedráticos universitarios de Francia y España para crear una atmósfera controlada. "El jardín tiene sensores de humedad, temperatura y abonos", dice el autor. "Es el primer paso al futuro jardín inteligente", dice este hombre, que confiesa que necesita para trabajar el apoyo de su hijo, Jaime, y especialmente de su mujer, Kerre.