Sanxenxo, escaparate de los yates de lujo

El puerto pontevedrés de Sanxenxo se ha convertido en el escaparate de la flota gallega de yates de lujo y veleros de ensueño, propiedad de afortunados empresarios que, desafiando a la crisis económica, tienen encargadas otras suntuosas embarcaciones de gran tamaño.

Entre los yates más impresionantes que se encuentran amarrados destacan el Valoria, de 30 metros de eslora, propiedad del magnate del emporio textil Inditex, el gallego Amancio Ortega.

El lujoso palacio flotante de la firma italiana Maiora, valorado en unos siete millones de euros, figura como uno de los principales focos de atracción de los visitantes al puerto deportivo de esa localidad que concentra una de las mayores densidades de turistas del litoral gallego.

También en esas instalaciones se encuentra otro buque de la misma firma y de comparable lujo, el Virginia, de la familia Mondragón, de Vilagarcía de Arousa, con inversiones en la hostelería y en maquinaria de construcción.

Tanto o más impresionante es el velero Espíritu de Xarey, de 43 metros de eslora y un mástil de medio centenar de metros, propiedad del empresario gallego Jacinto Rey, de la constructora San José, un navío que maravilla a los navegantes cuando despliega sus velas, pero que deslumbra aún más por su refinamiento a bordo y en sus interiores.

Más pequeño, pero no menos lujoso, es el velero Xílgaro, de unos 15 metros de eslora, propiedad del dueño del grupo Anaya, el asturiano José Manuel Gómez Rodríguez, que tiene también su base en Sanxenxo, aunque en invierno desaparece una temporada para navegar por otras latitudes del globo terráqueo.

Fuentes del puerto de Sanxenxo indicaron a Efe que en esa zona de las Rías Baixas gallegas hay este año menor número de embarcaciones de otros afortunados europeos del norte de Europa -principalmente del Reino Unido, Holanda, Dinamarca y Suecia-, pero más debido a la ausencia de calor y a la lluvia que a la crisis económica. "No creo que sea precisamente la crisis la que afecte", comentó un responsable del puerto, quien también observó los veleros y yates que recalan en esa ría procedentes de otros países no parecen tener problemas de dinero.

Otra de las zonas de las Rías Baixas preferidas por los dueños de embarcaciones de recreo es el náutico de Baiona, que acoge también a los yates de empresarios del norte de Portugal, por la ausencia de instalaciones portuarias resguardadas en el país vecino, así como a navegantes en tránsito antes de partir hacia zonas más al sur.

Fuentes de ese puerto indicaron que actualmente está en venta el yate Tumberry, de 38 metros de eslora, una lujosa embarcación de segunda mano cuyo precio no ha sido divulgado.

El astillero M. Cíes, de Vigo, construye actualmente un megayate de lujo valorado en unos 15 millones de euros de 45,5 metros de eslora y 8,6 de manga, que prevé estar concluido en octubre, tras 20 meses de trabajo.

En el interior trabajan actualmente unas 70 personas en carpintería, además de los operarios encargados de los acabados de pintura o iluminación.

Se trata de un chalé flotante de unos 150 metros cuadrados entre salones y camarotes, entre ellos la suite con bañera de hidromasaje, con capacidad para una docena de personas.