En serio peligro el tren en Galicia por las líneas ruinosas

El ferrocarril en Galicia, en cuanto a servicios de viajeros se refiere, está a la cola de España. Es la Cenicienta del cuento. Y es que las líneas de media distancia que se mantienen en nuestra comunidad, debido a la falta de usuarios, son deficitarias económicamente y están en números rojos desde hace más de una década. Son 31 trayectos los que se encuentran en esta situación crítica, con una ocupación de viajeros que no supera el 15% en la mayoría de los casos.

Hasta finales del año pasado, la Xunta financiaba esas líneas deficitarias, merced a un convenio marco de colaboración con Renfe, que se remontaba a 1995. Pero el pasado 25 de noviembre puso el punto y final a esa colaboración económica, cuyo objetivo era la mejora de los servicios de esas líneas para tratar de incrementar el número de usuarios.

Desde la Dirección Xeral de Mobilidade de la Consellería de Medio Ambiente apuntan que, tras 15 años de aportaciones a Renfe que rondaron los 40 millones de euros, "la compañía ferroviaria no consiguió aumentar el número de viajeros ni hacer rentable ninguno de los servicios deficitarios".

Ese agujero negro que no deja de crecer fue el que llevó a la Xunta, en estos tiempos de ajuste y recortes, a cerrar el grifo de las subvenciones. Los datos hablan por sí mismos, ya que el año pasado, con relación al 2009, el descenso de viajeros alcanzó los 80.000 en estas 31 líneas.

El servicio más deficitario en cifras absolutas es el de primera hora de la mañana entre A Coruña y Monforte. Genera unas pérdidas anuales que rondan el medio millón de euros, derivados de la diferencia entre el coste de poner en marcha el tren y los ingresos que tiene Renfe por la venta de billetes.

En términos relativos la medalla de oro de los números rojos se la lleva el tren que une Ourense con Puebla de Sanabria (Zamora). Aquí la Xunta financiaba únicamente el tramo Ourense-A Mezquita. Para ese trayecto el billete cuesta menos de 7 euros, pero el coste real para la Xunta era de 41 euros de media. Es la línea de Galicia con menor número de pasajeros, una media de 27 al día.

Tras la anulación del convenio entre Xunta y Renfe, pese al déficit generado, Fomento tomó la decisión de mantener estas líneas por considerarlas de interés general por razones sociales, económicas y ambientales. Una decisión que, en estos momentos, según señala el coordinador del sector ferroviario de Galicia de Comisiones Obreras, Severino Rodríguez, "estase a cuestionar, así como a dos investimentos en materia ferroviaria no noso territorio e as de conexión coa meseta".

Para este representante sindical, el abandono de estas líneas "suporía a desaparición do tren como medio de transporte de moitos núcleos de poboación na nosa comunidade, así como o abandono das correspondentes estacións ferroviarias", advierte.

El propio ministro de Fomento, José Blanco, reconoció recientemente que, de acuerdo con las directrices de la Unión Europea, "Renfe tendrá que soltar el lastre de buena parte de las líneas deficitarias".

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